Me vine unos días a trabajar en la finca de Francine, a respirar aire fresco y a cambiar un poco de contexto.
Francine es una mujer que día a día trabaja un terreno que adquirió hace cinco años totalmente arido, pero que con cuidado, dedicación y mucho amor ha logrado convertir en un espacio de armonía y compartir. Ellase concentra en cuidar de las plantas que la rodean, mantener su huerto y vivir su retiro, después de haber servido muchos años, como enfermera, en su país de origen, Luxemburgo.
Es una mujer muy viva y siempre me sorprende. En esta oportunidad me llevó a dar un paseo rápido a los alrededores y le hice esta foto.