Nada ha cambiado
2021
David Martin Pinto
Mi abuela Bene y su hermana Carmen,(89 y 86 años respectivamente) se mantienen en perfectas condiciones físicas, psicologícas y cognitivas. Entre una imagen y otra, distan aproximadamente 30 años, pero la diferencia es mínima. No hay cambios en la vestimenta y el entorno es prácticamente el mismo. Un buen ejemplo de la constante vitalidad, de lucir las arrugas tal y como son.
La foto original, momento recordado perfectamente por ambas, y la actual están realizadas tras el regreso de misa, donde acostumbran a ir.
Después de hacerlas la foto, se la muestro:
- Carmen: "¡Mira, Bene! Estamos casi mejor en esta", exclama al ver la fotografía reciente
- Bene: "Bueno, con más arrugas",( ríen)