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Nuestros proyectos innovadores se explican a través de los investigadores
Como en la mayoría de las naciones desarrolladas, la población de España y Portugal está envejeciendo. El porcentaje de personas mayores de 65 años, en el caso de España, aumentó de 13,8% en 1991 al 19,1% en 2019 y se prevé que supere el 31% de la población en 2050. Si una persona nació el mismo año que la World Wide Web (1989), si es mujer podría esperar alcanzar los 80,5 años de edad y si se trata de un hombre, los 73,4 años. Alguien nacido hoy, 30 años después, puede agregar cinco años adicionales, si es mujer, a esa predicción, y siete en el caso de ser hombre.
Esta mejora en la esperanza de vida se debe a una mejor atención médica, a un saneamiento mejorado y a los múltiples avances médicos en el tratamiento de las enfermedades. Pero, además de vivir más, debemos hacerlo de modo más saludablemente. La carga de morbilidad ha pasado de abordar las enfermedades infecciosas a controlar afecciones a largo plazo como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer. Estas enfermedades suponen un esfuerzo cada vez mayor para el Sistema Nacional de Salud, son responsables de más del 50 por ciento de las citas médicas y el 70 por ciento de los días de internación en los hospitales son debidos a afecciones a largo plazo. Los servicios de atención social también están en un punto de saturación
Por todo ello, la Fundación General de la Universidad de Salamanca, a través del Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE) y en colaboración con la Fundación COTEC para la Innovación, promovió la convocatoria “Alianza Intergeneracional: Innovación, Envejecimiento y Longevidad”, con el objetivo de fomentar proyectos innovadores y la búsqueda de respuestas destinadas a favorecer una mejor calidad de vida en la transformación demográfica que está teniendo lugar en nuestra sociedad; sobre todo, optimizando las posibilidades que ha abierto el avance tecnológico, y también buscaba la incorporación del talento de jóvenes investigadores a este área del conocimiento.
Porque es imprescindible potenciar la creación de nuevos productos y servicios de atención que aprovechen el poder de la tecnología para satisfacer las necesidades de una sociedad que envejece. La tecnología digital ofrece una oportunidad de inigualable para reimaginar cómo podemos apoyar y empoderar a una población que envejece para llevar una vida plena y saludable.
Los Big Data (grandes conjuntos de datos que pueden analizarse para identificar patrones y tendencias) y la inteligencia artificial (IA) anuncian una nueva era de medicina personalizada, donde los tratamientos se personalizan para pacientes individuales, que revolucionarán la forma en que acometemos la salud de las personas. Al reunir información biológica, clínica y de estilo de vida, podemos identificar una imagen personalizada de cada paciente y las terapias adecuadas para cada objetivo y, con ello, lograr los mejores resultados en la prevención o el tratamiento de la enfermedad de un paciente.
La IA está avanzando en la detección temprana de enfermedades que en el futuro podrían reducir significativamente la carga de enfermedades crónicas y permitir a las personas vivir vidas más saludables durante más tiempo
A medida que aumenta el poder de cómputo y los algoritmos se vuelven más sofisticados, la prevención predictiva tiene el potencial de transformar la salud pública y evitar que las personas desarrollen afecciones. Un mejor uso de los datos combinado con herramientas digitales y una comprensión de los determinantes más amplios de la salud nos dará la capacidad de identificar mejor los riesgos y ayudar a las personas, antes de que se conviertan en pacientes.
El Internet de las cosas (IoT) que está conformado por dispositivos, desde simples sensores en un hogar hasta teléfonos inteligentes y dispositivos portátiles, todos conectados entre sí a través de Internet, ya está permitiendo hogares que se vuelven "más inteligentes" a través de innovaciones como calefacción inteligente y centros inteligentes activados por voz , pero existe un gran potencial para que las tecnologías conectadas apoyen a una población que envejece.
Los 'hogares cognitivos' conectados, los dispositivos portátiles y los teléfonos inteligentes también están permitiendo que las personas mayores manejen sus capacidades a largo plazo de manera más efectiva y permitan que los servicios de atención y de salud se presten de forma remota.
A medida que la generación del baby boom (los nacidos entre 1946 y 1964) envejece, exigirá una tecnología mejor diseñada y más sofisticada, y se negará cada vez más a conformarse con productos y servicios poco atractivos. Poco a poco quieren más 'tecnología genial' y, quizás lo más importante de todo, quieren que los proveedores se centren en ellos como clientes, no como pacientes, usuarios finales o clientes de atención. En el futuro, veremos que los hogares cognitivos más inteligentes y conectados serán la norma y podrán satisfacer nuestras necesidades durante toda nuestra vida, incluso cuando necesitemos asistencia adicional.
Otro desafío de primera magnitud es la reducción del aislamiento social. Cuatro de cada diez personas mayores de 65 años dicen que se sienten solas. Un 39,8 % de las personas mayores de 65 años sufren "soledad emocional" en España, según un informe de La Caixa. Hay quien afirma que la soledad puede tener un impacto tan grande en la salud de alguien como fumar 15 cigarrillos al día. La evidencia científica sugiere que apoyar a las personas mayores para que participen plenamente en la vida social les ayudará a mantenerse activos y saludables durante más tiempo, del mismo que ayudar a las personas a recuperarse cuando enferman.
En nuestro Blog de los Investigadores vamos a publicar los avances de las 4 propuestas innovadoras seleccionadas, lo harán los propios autores, tratando de aproximar al conjunto de la sociedad, desde su conocimiento, las reflexiones, los trabajos y resultados de sus investigaciones.