Es una foto realizada con mi cámara analógica, Nikon F801 y el carrete Ilford HP5Plus. La cara de Moisés lo dice todo, le regalé una bicicleta a cambio de que me dejase hacerle unas fotos. Todo salió perfecto, el se fue contentísimo con su bicicleta y nos fumamos un cigarro.
Esta foto tiene un valor para mí extra, por lo que representa Moisés en mi barrio y porque me pasé todo el fin de semana buscandoló mañana y tarde. La satisfacción del esfuerzo realizado.
Quiero reivindicar también que la fotografía analógica sigue viva y la estamos resucitando los jóvenes como yo, de 18 años, que encontraron una vieja cámara de su abuelo en un baúl y decidieron poner un carrete. El resto es pura magia...