Ella venía caminando, quizás visualizando todo a su alrededor o quizás perdiendo la mirada entre el horizonte de personas que caminaban por el centro ese domingo.
Mi ojo pescador fue atraído desde la distancia, mientras ella caminaba acercándose hacia donde yo estaba.
Traía mi cámara en la mano, la observé absorta en sus pasos, sin reparar en mí, y sin pensarlo mucho accioné la obturación.