Caminaba por la plaza El Callao, escuchando a los músicos callejeros, mirando a las personas, algunos bailando, otros observando, algunos de pie, otros sentados. Y en ese recorrido, mi mirada reparó en esta señora que disfrutando de su lectura, daba la espalda al espectáculo y no prestaba atención a nada más que a su revista.
Me puse a su altura entre un transitar fluido de personas y logré capturarla.