A galopar.

Energía, movimiento y ritmo vital. El galope es símbolo del impulso de vivir, del riesgo, de la libertad y del ciclo inexorable de la vida: nacer, crecer, alcanzar metas y sentir las emociones que marcan las pautas de nuestra existencia.
En la vejez el galope se vuelve pausado y contemplativo y su ritmo, firme y sereno, viene marcado por la experiencia y sabiduría acumuladas; y el polvo que levanta es la evidencia de cada paso dado, de cada decisión tomada, de cada instante vivido. Es la huella intensa de lo que ha pasado, como si este instante, guardara el rastro de todo lo recorrido .