Concurso fotográfico

La fiesta es ahora

2025 © oemendizabal

Durante una reunión familiar, mi madre —84 años— tomó los audífonos, se paró frente al controlador y, sin pensarlo dos veces, se convirtió en la DJ de la noche.
Soy fotógrafo, pero no fue una cámara profesional la que capturó este instante: fue el celular que tenía a mano. No hubo tiempo para preparar nada. Fue un momento inesperado, vibrante, auténtico.
No busqué esta imagen con la intención de concursar. Solo después, al revisarla, entendí que contenía algo que va más allá de lo anecdótico. No está editada ni producida. Es tal cual fue: real, genuina, viva.
Mi madre y yo siempre hemos estado juntos. Así lo ha querido la vida. La cuido cada día, pero a veces siento que también es ella quien me cuida a mí. Compartimos la vida cotidiana, y con ella aprendo que la longevidad no es solo una cuestión de tiempo, sino de cómo se habita ese tiempo, de cómo se sigue creando, celebrando, mirando.
Esta foto no es una puesta en escena, es una posibilidad hecha realidad. Porque la edad no fue un límite, sino el marco perfecto para un gesto de juego, de conexión y de presencia absoluta.
La edad no la define. Su mirada, sí.

BellezaSinEdad
laedadnoesunlimite
LaEdadNoNosDefine
MomentosFelices
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oemendizabal

Guatemala
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