La sustentabilidad del envejecimiento
Vivir más tiempo debería ser una gran oportunidad, al menos en teoría. Proporciona una oportunidad para repensar el tiempo y el manejo de las diferentes etapas de la vida, porque el envejecimiento no necesariamente debe significar más años fuera de la vida activa.
Sin embargo, para que la esperanza de vida sea una ventaja real para el individuo y la comunidad, debe aplicarse una condición esencial: la salud. Los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo saben muy bien, y elaboraron una "estrategia global y plan de acción sobre envejecimiento y salud 2016-2020" diseñada para abrir el camino a la Década del envejecimiento saludable programada para 2020-2030. Poner en práctica la estrategia de la OMS también significa ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Más allá de los estereotipos y los prejuicios
Según la definición de la OMS, un envejecimiento saludable significa más que simplemente estar libre de enfermedades. Más bien, significa "mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez". La capacidad funcional consiste en tener las capacidades que permiten a todas las personas ser y hacer lo que tienen razón para valorar".
Para alcanzar este objetivo final, el compromiso individual no es suficiente: la sociedad tiene que apoyar una serie de cambios esenciales para poder hacer frente de forma sostenible a un número creciente de personas mayores de 60 años. En 2050, habrá 2 millones de ellos, el 80% de los cuales vivirán en países de ingresos bajos y medios.
Uno de los primeros pasos hacia un envejecimiento saludable basado en la sostenibilidad es sin duda la lucha contra el "edadismo", una actitud negativa llena de estereotipos y de discriminación contra las personas por razón de su edad.
Según algunas investigaciones, la discriminación por motivos de edad es aún más generalizada que el racismo y el sexismo, y adopta distintas formas: desde actitudes discriminatorias individuales hasta políticas públicas que en realidad refuerzan los prejuicios contra las personas de edad. El "Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud", publicado en 2015 por la OMS, contribuye a superar el prejuicio generalizado contra el envejecimiento y sus consecuencias para las personas y la sociedad.
El documento destaca, por ejemplo, que no todas las personas mayores son iguales. "Hay jóvenes de ochenta años con mejores condiciones físicas y mentales que los de veinte años. Otras personas mayores pueden necesitar ayuda para acciones básicas como vestirse o comer", afirma el informe. Además, no debemos olvidar que el envejecimiento saludable depende en gran medida de factores genéticos, pero es principalmente el resultado de interacciones continuas con contextos sociales y ambientales específicos. Por eso es importante comenzar a establecer las condiciones para un buen envejecimiento en las primeras fases de la vida. Los datos muestran que las personas mayores de hoy en día no disfrutan de una mejor salud en comparación con las generaciones anteriores, pero no debemos pensar que los mayores de 60 años son sólo un peso en la sociedad.
Un estudio realizado en el Reino Unido en 2011, por ejemplo, mostró que la contribución de las personas mayores en términos de impuestos, consumo y otras actividades económicas era 40 millones de libras más alta que el gasto público dedicado a ellas (pensiones, bienestar y salud). Se espera que este valor alcance los 77 millones de libras en 2030.
Más de 60 años de sostenibilidad
Una cosa es segura: necesitamos respuestas inmediatas de la salud pública y de la sociedad al nuevo equilibrio social, en el que las personas mayores tienen un gran peso y son capaces de desempeñar un nuevo papel. Las directrices de la OMS sobre Atención Integral a las Personas Mayores (ICOPE), publicadas en 2017, ofrecen algunos consejos, pero también podemos inspirarnos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
He aquí algunas recomendaciones de los expertos de la OMS:
- Objetivo 1 - No pobreza. Para evitar que las personas mayores se conviertan en pobres, necesitamos políticas de jubilación flexibles, pensiones mínimas garantizadas, cambios en la percepción de la contribución que las personas mayores pueden ofrecer al lugar de trabajo, y ayuda a las familias que cuidan de sus mayores.
- Objetivo 2 - Cero hambre. Las personas mayores aportan una contribución significativa a la producción de alimentos, pero están en riesgo en términos de seguridad alimentaria. Aquí, necesitamos alimentos de mejor calidad enriquecidos con vitaminas y minerales que proporcionen las cantidades adecuadas de calorías y proteínas para ayudar a las personas aisladas y frágiles que pueden no tener acceso a las comidas diarias. Muchos estudios (el último publicado por la Universidad de Exeter en el Reino Unido) demuestran que la dieta mediterránea, rica en verduras y con pocas proteínas animales, retrasa el envejecimiento y mejora la salud de los mayores de 60 años y la del Planeta. La dieta mediterránea también tiene la mejor huella medioambiental.
- Objetivo 3 - Salud y bienestar para todos. A menos que tomemos en cuenta las necesidades de las personas mayores, no será posible lograr la Cobertura Universal de Salud recomendada por las Naciones Unidas. En este ámbito, necesitamos una verdadera revisión de los sistemas sanitarios, centrada actualmente en la gestión de las enfermedades graves y no en las enfermedades crónicas típicas de las personas mayores.
- Objetivo 4 - Educación de calidad. El aprendizaje no se detiene con la edad, por el contrario, garantizar que las personas mayores puedan mantenerse informadas y continuar aprendiendo les permitirá mejorar su gestión de la vida diaria y aumentar su independencia.
- Objetivo 5 - Igualdad entre los géneros. En 2015, las mujeres representaban el 54% de los mayores de 60 años y el 61% de los mayores de 80, lo que garantizaba su apoyo esencial a las familias y los nietos en crecimiento. El apoyo al trabajo de las mujeres y a las pensiones sociales ad hoc son dos pasos importantes para alcanzar la paridad de género.
- Objetivo 6 - Ciudades y comunidades resilientes y sostenibles. Nuestro escenario actual necesita ciudades que sean amigables con las personas mayores y que satisfagan sus necesidades en cuanto a infraestructura y vida social.