Hacia la vida eterna
En un futuro no muy lejano, alcanzar y superar los 100 años de vida será lo normal. El incremento de la longevidad ha sido extraordinario en las últimas décadas. Más de la mitad de los niños que nacen en España actualmente serán centenarios y la mitad de los que tienen 40 años lograrán llegar a los 95. La caída de la mortalidad infantil y los avances médicos son algunas de las razones que explican el envejecimiento de la población, un factor que provocará cambios radicales en nuestra forma de vida y en la manera de relacionarnos.
Como ya anunciaron Lynda Gratton y Andrew Scott, profesores de la London Business School, hacia el 2110 todavía estarán vivos la mayoría de los niños que hoy tienen diez años. La esperanza de vida ha aumentado de forma constante durante los últimos 200 años a un ritmo de 2 años por década. Este hecho plantea un interrogante: ¿será capaz el ser humano de aprovechar esta oportunidad en su favor o provocará básicamente efectos negativos, especialmente económicos, a causa del envejecimiento de la población de los países desarrollados?
Los cambios serán drásticos. Nacerán nuevos negocios y nuevos empleos asociados. Las ciudades serán distintas. Los países deberán variar la organización de sus finanzas. Las personas serán jóvenes durante más tiempo. Y las relaciones intergeneracionales de todo tipo (laborales, amistosas, sentimentales, deportivas...) serán la norma. El mundo del Seguro será uno de los más afectados, ya que tanto las pólizas vinculadas a rentas y productos de inversión, las de salud y los Seguros de Dependencia, entre otros, cobrarán una mayor protagonismo en los próximos años.
En este contexto, España será un referente porque en apenas veinte años, según las conclusiones del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud, se convertirá en el país del mundo con una mayor esperanza de vida, desbancando a Japón. Según el estudio de este Instituto, en 2040 los españoles tendrán una expectativa de vida de 85,8 años. Por detrás vienen Japón, Singapur y Suiza. Sorprende que las previsiones indican que Estados Unidos ocupará el puesto 64 con 79,8 años de expectativa de vida.
El incremento de los años de vida supone también que deberemos variar nuestra idea de cuándo llega la vejez. Si la mayor parte de la población supera los 100 años, es evidente que no podremos considerar viejos, por ejemplo, a los mayores de 60 años a los que mayoritariamente les espera casi medio siglo de vida.
Fuente: La Vanguardia