Jurado de la VI edición del Concurso de Fotografía del CENIE
Hay fotógrafos que buscan la belleza, y hay otros que la descubren incluso en medio del caos. Manu Brabo pertenece a esta segunda estirpe: la de quienes han hecho de la fotografía una forma de testimonio y conciencia. Su mirada, nacida en Zaragoza en 1981 y curtida en algunos de los escenarios más duros del planeta, es un recordatorio de que la imagen puede ser también una forma de justicia.
Fotoperiodista freelance, Manu Brabo ha trabajado en zonas de conflicto como Haití, Kosovo, Bolivia o Libia. En este último país fue detenido en 2011 durante la ofensiva de las tropas de Gadafi y permaneció encarcelado más de un mes antes de ser liberado. Desde entonces, su nombre quedó ligado a una manera de entender el periodismo que combina riesgo, humanidad y compromiso.
Formado en la Escuela de Artes de Oviedo, comenzó su carrera en 2007 y muy pronto su obra se convirtió en una referencia del fotoperiodismo contemporáneo. En 2013 recibió el Premio Pulitzer en la categoría de Breaking News Photography, el mayor reconocimiento internacional para un fotógrafo, por su cobertura de la guerra civil en Siria.
Pero más allá de los premios —entre ellos el Chris Hondros Memorial Award, el Prix Bayeux-Calvados para corresponsales de guerra, o el British Journalism Award como Photographer of the Year— lo que distingue a Manu Brabo es su capacidad para mirar el dolor sin perder la compasión. Su cámara no se recrea en la tragedia: la convierte en relato humano.
Fotografiar para comprender
A lo largo de su trayectoria ha documentado guerras, migraciones y catástrofes naturales para medios como The Wall Street Journal o The Associated Press, y para organizaciones como Reporteros Sin Fronteras o la fundación The Welcome Trust. En cada imagen late una pregunta: ¿cómo seguimos siendo humanos en medio del desastre?
Su serie Un día cualquiera, realizada junto a National Geographic y convertida en exposición itinerante por Madrid y Barcelona, es una síntesis de su mirada. Allí, los rostros anónimos del Oriente Medio retratado por Brabo nos devuelven una verdad incómoda: la guerra no es un paisaje lejano, sino una condición humana que nos interpela a todos.
En los últimos años ha ampliado su campo de acción con proyectos que trascienden la crónica bélica para adentrarse en la dimensión emocional y social de la fotografía. Ha colaborado en campañas culturales y solidarias, como Reporteros de guerra contra el cáncer de mama, en proyectos artísticos con el Museo del Prado o en iniciativas que cruzan fotografía y música, como Ukráina, junto a la banda de rock Toundra.
Además, ha compartido su experiencia como docente en el Máster de Fotoperiodismo de la EFTI, transmitiendo a las nuevas generaciones una lección esencial: la cámara no es un escudo, sino una forma de responsabilidad.
La mirada que humaniza
La incorporación de Manu Brabo al jurado de la VI edición del Concurso de Fotografía del CENIE añade al certamen un componente ético y narrativo de enorme valor. Su trayectoria recuerda que la fotografía no es solo estética: es también memoria, denuncia y empatía.
El tema de este año —La edad no nos define. La mirada sí— encuentra en su obra una resonancia profunda. Porque en los rostros que ha retratado —de combatientes, refugiados, madres o ancianos que resisten en medio del colapso, la edad nunca ha sido un límite, sino una historia escrita en la piel.
Su presencia en el jurado refuerza la esencia del concurso: mostrar la vida en toda su amplitud, con sus heridas y su belleza, con sus contradicciones y su esperanza. Cada participante, desde su propia realidad, puede aportar una visión que amplíe nuestra comprensión del mundo.
Una invitación a participar
El plazo para presentar fotografías concluye el 30 de noviembre. Participar es una forma de unirse a ese legado de verdad que Manu Brabo encarna: mirar sin miedo, pero con respeto.
El jurado del CENIE, del que forma parte junto a grandes referentes internacionales, evaluará las obras con el rigor y la sensibilidad que exige un certamen que busca redefinir cómo miramos la longevidad y la condición humana.
Porque en el fondo, como demuestra la obra de Brabo, fotografiar es elegir qué merece ser recordado.
Descubre el trabajo de Manu Brabo aquí.
Para participar en el concurso de fotografía clica en el enlace.