Visitas virtuales: cómo hacer frente al envejecimiento de la población
Según las Naciones Unidas, los países desarrollados se enfrentan a un desafío demográfico global debido a su creciente población de personas mayores. Entre las personas de 80 años o más, la tasa media de crecimiento anual es el doble que entre las personas de 60 años o más.
Aunque muchos adultos mayores se mantienen sanos, el aumento de la esperanza de vida se traduce en una mayor prevalencia de enfermedades crónicas, discapacidades y/o reducción de las habilidades de la vida diaria. Estos problemas reducen la capacidad de atender las propias necesidades y aumentan la necesidad de asistencia de los miembros de la familia o de los cuidadores informales, así como los servicios de atención de la salud para los adultos mayores. Se prevé que la falta de profesionales de la salud se sume al desafío. La contratación y retención de personal altamente cualificado para el cuidado de las personas mayores se está haciendo difícil y pone de relieve la cuestión de la prestación de una atención adecuada.
También hay un creciente interés entre las personas mayores por envejecer en casa en lugar de en una residencia, y vivir en casa se asocia con una mayor calidad de vida, dignidad e independencia. El envejecimiento de los que envejecen en casa y el personal calificado juntos constituyen una preocupación de salud pública, además, son de especial interés para los servicios de atención médica domiciliaria en términos de organización y prestación de servicios seguros y de alta calidad.
Un estudio reciente informa sobre las diferencias entre los países europeos en las políticas de atención domiciliaria y sobre su organización y disponibilidad. Muchos países europeos tendrán que reconsiderar sus sistemas de prestación de servicios, en función de la evolución demográfica y de las limitaciones financieras. La reconsideración probablemente entrañaría prestar atención al cambio organizativo, a la incorporación del personal y a los enfoques innovadores de la prestación de servicios de atención de la salud.
Los países europeos no son los únicos que se enfrentan a estos retos. En los EUA, la atención domiciliaria de los mayores se basa en los esfuerzos de los cuidadores familiares, y se han planteado dudas sobre si la atención sanitaria informal puede adaptarse a la complejidad de una nación que envejece. Encontrar nuevas soluciones para satisfacer las necesidades de las personas mayores que viven en sus hogares ha hecho avanzar el desarrollo y la implementación de la tecnología de asistencia como parte de la prestación de servicios en el hogar.
El término "telesalud en el hogar" incluye la aplicación de las innovaciones de la telesalud, como las transmisiones interactivas de audio/vídeo, la tecnología de videoteléfonos, la monitorización del estado del paciente y parámetros fisiológicos como la saturación de oxígeno, el pulso y la frecuencia respiratoria en el entorno doméstico. La telesalud domiciliaria entregada como visitas virtuales incluye el uso de dispositivos de comunicación audiovisual en tiempo real, en esta revisión reconocida como videoconferencia por el uso de videoteléfonos, ordenadores personales/portátiles o la pantalla de televisión. Esto significa que una visita tradicional en persona del proveedor de atención se sustituye por una visita virtual, que se utiliza para evaluar el estado de salud del paciente, controlar las rutinas de medicación, demostrar los procedimientos y proporcionar contacto social.
Una visita virtual permite una forma de comunicación natural e interactiva que puede construir una relación de confianza entre el paciente y la enfermera. Las visitas virtuales se han asociado con pacientes que se sienten seguros y satisfechos con los servicios de información sanitaria.
El desafío a menudo radica en la facilidad de uso de los dispositivos técnicos de comunicación, los problemas técnicos con el equipo de comunicación y el cumplimiento de las preferencias de los pacientes y los objetivos de atención. Las visitas virtuales también han sido problemáticas cuando el usuario del servicio tiene un deterioro cognitivo.
Como ejemplo tenemos el caso de Finlandia. En Helsinki se ha creado grupo de almuerzo virtual, un aspecto de la atención a distancia, donde los clientes tienen una tablet que se conecta con las enfermeras de atención a distancia en un centro de servicios. Las citas de atención a distancia se establecen para controlar a los clientes durante todo el día y para asegurarse de que toman la medicación correspondiente. Hay 800 clientes de atención domiciliaria, y las enfermeras realizan 24.000 visitas de atención a distancia al mes. Para finales de 2019, el servicio espera atender a 1.100 clientes.
Viendo este caso de éxito y su creciente popularidad ¿estamos preparados para implementarlo en España y Portugal?