Concurso fotográfico
La cosedora.
Esta fotografía muestra un momento sencillo pero lleno de vida: una mujer artesana concentrada en su trabajo, en ese pequeño universo que es su mesa de costura. La luz entra suavemente y cae sobre su rostro, destacando la paciencia y la dedicación con la que mueve sus manos. No hay prisa, solo la calma y la precisión que da la experiencia de años.
Alrededor, la máquina, los hilos y las herramientas cuentan su propia historia: horas largas, creatividad, oficio. Es un taller humilde, pero vibrante, donde cada detalle habla del amor por lo que se hace.
Capturo este instante con una mirada honesta y respetuosa, acercándose a la escena sin interrumpirla, dejando que la verdad del momento hable por sí sola. La imagen se siente viva, íntima, como si uno pudiera oír el sonido de la máquina y el roce de la tela. Es un homenaje sencillo y profundo a quienes trabajan con las manos y el corazón.

