18/03/2020

Envejecimiento y longevidad: Es hora de avanzar sin miedo

Envejecimiento y longevidad: Es hora de avanzar sin miedo - Envejecimiento, Sociedad

¿Qué significa realmente envejecer? ¿Es el envejecimiento un proceso que hay que evitar y temer o más bien uno que hay que abrazar y saborear?  Como sociedad, deberíamos avanzar hacia la comprensión de la realidad del envejecimiento y alejarnos de perpetuar los prejuicios y el fanatismo que han llegado a definirlo.

En segundo lugar, una vez que hayamos elegido nuestra dirección, debemos atenernos a ella. Nuestras herramientas de navegación basadas en el envejecimiento deberian: 1) respetar a las personas de todas las edades y 2) integrar sabiamente en nuestras comunidades los activos sociales inherentes a cada etapa de crecimiento.

Hagamos de la ciencia nuestra brújula direccional. En este mundo "post-verdad" de noticias falsas, hipérboles y distorsión de los hechos, hagamos correr cada suposición sobre el envejecimiento a través del mecanismo de la investigación real hecha por profesionales competentes. Esto significa tomar la palabra de gerontólogos, geriatras, biólogos, neurocientíficos y sociólogos (por nombrar algunos) por encima de la de los comerciantes, compañías antienvejecimiento, lobbistas corporativos, hacedores de política y cualquiera que esté interesado en hacer dinero o mantener el poder, asustándonos para que pensemos que ser mayor significa ser feo, inútil, patético y/o una responsabilidad económica.

Perfeccionemos nuestras propias habilidades de pensamiento crítico y apliquémoslas. En lugar de asumir ciegamente que los medios de comunicación nos dicen lo que es verdad, deberíamos convertirnos en agentes en ese proceso de determinación. Necesitamos hacer una pausa cada vez que oímos un hecho reportado y preguntarnos sobre cómo se recogió esa información, quién la recogió y qué está implícito en esos datos. En cuanto a la evaluación de cualquier declaración de opinión, debemos cuestionar la fiabilidad pasada de la fuente de esa opinión, así como si la fuente tiene una agenda oculta. Podemos aprender a hacernos más sensibles a la detección de la propaganda y luego más confiados en rechazarla.

Llamemos al discurso cuando nos encontremos con comportamientos anticuados. No le hace ningún bien a nuestra sociedad dejar que las expresiones de la discriminación por edad no sean cuestionadas. Al guardar silencio bajo el pretexto de mantener el civismo, socavamos el mayor civismo que necesitamos preservar en una sociedad libre. Hay formas amables (e incluso desenfadadas) de llamar la atención de alguien sobre una declaración o acto discriminatorio. Cada uno de nosotros debe encontrar la manera más cómoda de manejar estas situaciones para no dejar pasar ninguna oportunidad.

Tengamos conversaciones civiles con gente poco probable. El mejor antídoto para esta atmósfera actual de división, reclamo de territorio y construcción de muros es expandir deliberadamente nuestras redes sociales. La única manera de derrotar el envejecimiento (como con los otros males sociales del racismo, sexismo, homofobia y xenofobia), es sentarse con personas que tienen creencias y opiniones que difieren de las nuestras y tener conversaciones mutuamente respetuosas que exploren nuestras suposiciones, miedos y esperanzas.

Estas cuatro resoluciones son sólo algunas de las estrategias que pueden ayudarnos este año en nuestro intento de ganar terreno, en lugar de perderlo por el pensamiento retrógrado y la inseguridad precipitada con respecto a los problemas del envejecimiento.

Tomar el camino correcto es más crucial que nunca. ¿Insistiremos en mirar hacia atrás a una larga historia de ridículo, marginación y abandono de los "mayores"? ¿O fijaremos nuestro curso hacia un horizonte iluminado de la vejez como la culminación positiva de cada etapa previa del desarrollo humano? ¿qué dirección crítica elegiremos? Y, por el bien de nuestros compatriotas de todas las edades, ¿mantendremos el rumbo?