¿Está España preparada para La Alternativa Edén?
Hace un año y medio, en julio de 2020, me dirigí a vosotros, los lectores de Envejecer en sociedad, para presentaros, por primera vez, The Eden Alternative, una revolucionaria Filosofía del Cuidado, de origen estadounidense, que persigue mejorar la calidad de vida de los mayores dependientes, en diferentes países del mundo, desde el enfoque de la Atención Dirigida por la Persona (ADP) —no, no me he equivocado; no quería decir ACP—.
Había conocido La Alternativa Edén durante mi estancia postdoctoral en la Universidad de Harvard, que tuvo lugar desde 2017 hasta 2019, y, desde entonces, me marqué el objetivo profesional y personal de importar sus principios a España —así lo manifesté en aquel post, al que os remito, si aún no lo habéis leído, para que lo consultéis antes de continuar con el presente—.
Unos pocos meses después, para la Navidad de ese mismo año, ya estaba anunciando —en un nuevo artículo, que también os insto a consultar— que había hecho piña con el orientador David Sprowl y el gerontólogo Walter Coffey, los encargados de llevar La Alternativa Edén a donde todavía no se la conoce, para comenzar a caminar juntos hacia esa meta.
Junto a otros cuatro compañeros españoles —Anna Cebrián y Josep de Martí, de Inforesidencias.com, Stephan Biel, de Biel Consulting, y David Ávila, de REDES Cooperativa— me convertí, a mediados de 2021, en Asociada Edén Certificada y Embajadora Oficial de La Alternativa Edén en España. Desde hace unos pocos meses, además, soy también la primera Educadora Certificada del programa de formación de esta iniciativa, lo que significa que, con los colegas Stephan y David —que igualmente han conseguido este título—, estaré a cargo, desde 2022, de impartir los cursos del Certificado de Asociado Edén en España.
La Alternativa Edén España ya es un hecho. Un largo año de trabajo y mucha pasión han hecho posible que esté todo dispuesto, con la inestimable ayuda de Inforesidencias.com, para dar comienzo, el próximo 31 de marzo, al primer curso de Asociado Edén Certificado en español. Los materiales están traducidos, las inscripciones abiertas y las ganas de empezar por las nubes. Se celebrará online, durante 6 semanas, cada jueves de 10 a 13:30. Ya podéis encontrarnos en la web, contactarnos para una entrevista o solicitar información en nuestro email, e incluso seguirnos en las redes sociales. Además, el día 25 de febrero celebraremos un webinario gratuito para explicar las claves de la primera formación. ¡Mi sueño se está haciendo realidad!
La noticia se está extendiendo como la pólvora. Corre la voz sobre nuestra llegada y despiertan las expectativas, pero también aparecen las dudas. Es lógico; a este lado de la frontera apenas se sabe nada todavía sobre La Alternativa Edén. Hace relativamente poco tiempo que sus predicadores estamos dándola a conocer en artículos, conferencias y entrevistas.
Por ejemplo, Josep de Martí escribió, en noviembre de 2019, una trilogía de artículos para su blog homónimo contando lo básico de la historia y la filosofía de La Alternativa Edén. En estos, hablaba de las tres plagas de la vida residencial —la soledad, el sentimiento de inutilidad y el aburrimiento— y compartía el caso de tres residencias edenizadas, localizadas en Georgia, Nueva York y Maryland. Asimismo, en enero de 2020, subió a la página de Inforesidencias.com un vídeo breve en el que mostraba la vida en una residencia edenizada de Atlanta. En abril de 2020, Coffey publicó un artículo en la revista online Dependencia.info en el que describía, de nuevo, los principios que rigen La Alternativa Edén. En octubre del mismo año, Sprowl apareció en una entrevista de Inforesidencias.com haciendo lo propio. Ambos fueron entrevistados también en el programa BC Espresso de Stephan Biel, en febrero de 2021, en el que ya se empezó a dejar caer que La Alternativa Edén “Spain” se estaba gestando. Aparte de esto, estaban los dos artículos que yo había publicado en este blog en 2020 y algunas de mis conferencias, la información que todos íbamos dejando caer en nuestras redes personales y un enlace a la web de The Eden Alternative en la página de ACPGerontología. Este mismo mes hemos tenido nuestra primera entrevista coral en el podcast “De sentido común” que realiza Cincuentopía y nuestros coordinadores regionales estarán también a principios de marzo presentando La Alternativa Edén en el III Congreso Nacional Dependencia y Sanidad —me perdonarán si me dejo algo—.
A partir de ahora, la información será rebosante y cualquiera podrá acudir a nuestra web —o a nosotros mismos— para conocer quiénes somos, qué hacemos, por qué lo hacemos y, quizá una de las preguntas más importantes, para quién lo hacemos. Todo está orientado a que el cuidado y el apoyo, en cualquiera que sea el entorno en el que se lleva a cabo, se ejerzan de la manera más respetuosa y dignificante posible, al empoderamiento de quienes lo dan y lo reciben, al fomento de la compañía, la autonomía y la variedad en el día a día de los compañeros de cuidado.
Nos postulamos ante estos últimos, es decir, ante todas las personas que están involucradas en el proceso de apoyo de una persona mayor que lo requiere, incluida ella misma: familiares, amigos, profesionales, investigadores, directivos… ¡Hasta políticos! Hay quienes piensan que La Alternativa Edén es solo para residencias, porque creen que es un programa de pasos para mejorar este tipo de instituciones. Pero no es un programa, es un proceso a través del cual los compañeros de cuidado aprenden, con nuestra ayuda, a identificar problemas, establecer metas, planificar una intervención, implementarla y evaluar sus resultados. Esto aplica a cualquier entorno.
Es cierto que, en su origen, el Dr. Bill Thomas, uno de los promotores de La Alternativa Edén, se enfocó en mejorar la vida residencial. Quería desarrollar una filosofía sobre la que construir auténticas comunidades formadas por verdaderos hogares. Nosotros siempre decimos que pasar por este proceso en equipo es más enriquecedor, pero el grupo de compañeros puede estar formado por los familiares y amigos que conforman el principal apoyo de una persona mayor dependiente o por un porcentaje representativo del personal profesional que trabaja en un centro de día. No se trata tanto de qué tipo de entorno sea aquel en el que se acompañe, sino de si existe verdaderamente voluntad para llevar a cabo un cambio significativo allí donde se necesita.
La Alternativa Edén no es para todos, incluso si solo nos ceñimos al ámbito institucional, para el que fue pensada en un principio. Igual que existen estudios que demuestran que nuestra filosofía mejora la calidad de vida de los compañeros de cuidado en algunos centros para mayores —véase Thomas (1994) o Ransom (2000)—, también los hay que dan cuenta de cómo otros fracasan en el intento.
Hace poco tuve la suerte de tocar con mis manos un ejemplar de la segunda Tesis Doctoral que se publicó sobre The Eden Alternative en todo el mundo. Me llegó a través del servicio de préstamo interbibliotecario de la Universidad Complutense de Madrid, desde la Universidad de Alabama en Birmingham. Se trata de Perceived Loneliness, Helplessness, and Boredom of Elderly Residents in Eden Nursing Homes, de Robin Brush Parnell (Troy University), defendida en el año 2005 en la Escuela de Enfermería de la misma universidad que me la mandó. Este trabajo de investigación pretendía testar por primera vez si realmente en las residencias edenizadas se conseguía burlar a las tres plagas. Para ello, tomó como casos de estudio dos residencias distintas, que llamaré R1 y R2, pertenecientes al Registro Edén —listado en el que aparecen los centros que se han comprometido públicamente con nuestra filosofía—, y trabajó con varios grupos focales para explorar cuáles eran sus impresiones con respecto a la soledad no deseada, el sentimiento de inutilidad y el aburrimiento en su vida cotidiana en la residencia. Su proyecto desveló que en una de las instituciones, la R1, el proceso de edenización había fallado en algún punto. Las tres plagas estaban presentes en ese centro:
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La soledad era la consecuencia de la pérdida de la intimidad, así como de la ruptura del contacto con la familia y los amigos.
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El sentimiento de inutilidad se experimentaba por culpa del deterioro físico, por la ausencia de poder para tomar decisiones en el día a día y por la escasez de oportunidades de cuidar de otros.
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El aburrimiento también aparecía asociado al deterioro físico, pero especialmente a la realización de actividades en solitario. Era el menor de los problemas, sin embargo.
Los residentes que más tiempo llevaban viviendo en este lugar se habían adaptado a él a través de un doloroso ejercicio de aceptación, pero no sentían que estuviesen en su propia casa, como sí sucedía en el caso de la R2. ¿Qué estaban haciendo mal los de la R1?
Reitero que La Alternativa Edén no es un programa, por lo que no hay una fórmula mágica o unos pasos a seguir que garanticen que cualquier institución o grupo de compañeros de cuidado que siga “el método” va a alcanzar el éxito. Cada contexto es distinto y las particularidades de este hacen que el proceso sea irrepetible e intransferible. El proceso de transformación del cuidado, tal y como lo planteamos, tiene lugar en tres esferas: el entorno físico, la estructura organizativa y el ámbito personal. Tanto la R1 como la R2 habían hecho el esfuerzo de convertir sus centros en hogares, eliminando toda apariencia de institución hospitalaria. El personal trató de adoptar nuevas actitudes, creencias y valores acordes al espíritu de Edén. Sin embargo, la organización siguió siendo jerárquica, lo que impedía que la transformación personal fuese efectiva y que la arquitectónica sirviese de algo.
Concretamente, la R1 no fue capaz de seguir el principio 8, que dice así: El proceso de toma de decisiones tiene que incluir a las personas que resulten más afectadas por esas decisiones. El empoderamiento activa el poder de decisión, la autonomía y la influencia. Puede que en esto tuviese mucho que ver el hecho de que era un centro perteneciente a una gran corporación de residencias. La directiva tenía que dar muchas explicaciones a los superiores y no podía permitirse empoderar a sus trabajadores. Al contrario, estos eran controlados y reprimidos si se salían de la hoja de ruta marcada por la cadena residencial.
La R2, por su parte, era una institución privada en la que los directivos tenían plena libertad para conducir el proceso transformativo. En ella, los residentes referían estar en casa, ni siquiera sentirse como en casa. Muchos habían llegado para pasar un tiempo de rehabilitación y habían decidido quedarse voluntariamente porque se sentían mejor que en sus propios domicilios. Entre ellos se veían como compañeros e intentaban hacer cosas los unos por los otros: escucharse, leerse, cantarse, darse la comida, ayudarse con la higiene… Habían adoptado nuevos roles y rutinas de forma natural gracias a la libertad de la que disponían en cuanto a la toma de decisiones.
¿Significa esto que una institución que pertenezca a una cadena empresarial con “filosofía” propia no puede beneficiarse de La Alternativa Edén? Cabe la posibilidad de que no esté en posición de sacarle todo el provecho, pues si uno de los principios no se adopta durante la transformación, es muy complicado ver resultados. Los 10 deben regir la transformación de la vida diaria en un centro o en el entorno de un grupo de compañeros de cuidado. La Alternativa Edén no es una filosofía que se pueda practicar parcialmente.
Para saber si un equipo está realmente listo para aceptar el cambio en su totalidad, La Alternativa Edén cuenta con cuestionarios de “calidez” que indican en qué punto se encuentra una institución o grupo de compañeros de cuidado con respecto al cambio cultural al que se aspira. Con ellos, quienes estén interesados en dar un paso al frente para llevar a la práctica la filosofía de Edén, podrán comprobar cómo de largo y suntuoso se les presenta el camino hacia la transformación y evaluar si, en efecto, están armados de valor para dar comienzo a la revolución. ¿Está España preparada para recibirnos?