Probable calco del inglés memory bank.
Los bancos de recuerdos, del que el mejor ejemplo lo encontramos en la iniciativa "Banco de recuerdos" de la Fundación Reina Sofía, suelen tener una doble finalidad: por un lado, recopilar y guardar los recuerdos de todas las personas que quieran aportarlos, con el fin de que un día, si fuera necesario, se pudieran utilizar para ayudar a esas mismas personas. Y, por otro lado, concienciar a la población de la importancia que tiene continuar con las labores de investigación sobre las demencias y, en concreto, sobre la enfermedad de Alzheimer, que afecta a millones de personas en el mundo y para la que todavía no hay una cura eficaz. Esta segunda finalidad se traduce en el "apadrinamiento" de recuerdos mediante una aportación económica que va destinada a la investigación en el campo de las demencias y el Alzheimer.
«Tras una vida de desengaños y soledad, una escritora es contratada para preservar la memoria de un excéntrico personaje que sufre de Alzheimer, en un banco de recuerdos. La paga es buena y el trabajo se vincula con su vocación literaria» (El Siglo de Torreón, 31.X.2014).
«Un nuevo proyecto en el Reino Unido, llamado Banco de Recuerdos, reúne un archivo de películas antiguas para ayudar a los pacientes con demencia a recordar el pasado y reducir la pérdida de memoria que provoca la enfermedad» (BBC, 20.V.2012).
Lugar donde se recogen recuerdos donados gratuitamente por las personas, ya sea en forma de textos, fotografías, vídeos, etc.