Teóricamente, y frente al signo de una enfermedad, que es el que observa un médico en un reconocimiento, el síntoma es la alteración que percibe el paciente, como, por ejemplo, el dolor, la fatiga, el mareo, etc. Por tanto, los signos serían las manifestaciones objetivas de la enfermedad mientras que los síntomas serían las manifestaciones subjetivas. Sin embargo, en el lenguaje común la palabra síntoma también se utiliza con el significado de signo, además del suyo propio, es decir, sería en sentido amplio ‘manifestación de una enfermedad’. Así, en la enfermedad de Alzheimer, se consideran signos o síntomas cognitivos el deterioro de la memoria o del razonamiento; y síntomas conductuales, la apatía, la irritabilidad o la agresividad.
«No todas las personas con la enfermedad de Alzheimer presentarán los mismos síntomas […]. Cada persona tiene su propia singularidad y las diferencias entre unas y otras pueden estar influidas por diferentes factores: el grado de inteligencia de cada persona y sus habilidades anteriores a la enfermedad, su tipo de personalidad y la forma en que enfrentaba sus problemas, su relación conyugal o parental, algunos otros problemas de salud y el grado de apoyo de su medio ambiente. […] Sus estados de ánimo pueden ser rápidamente variables. De estar tranquilo, apacible, puede pasar a un estallido de lágrimas, enojos o reclamaciones sin que la persona a quien están dirigidos haya hecho algo para originar estas reacciones» (Feria Ochoa, 2005: 66, 67).
«Es así como los primeros signos de la enfermedad de Alzheimer consisten en una pérdida progresiva de la memoria: la persona empieza a extraviar objetos de manera reiterada, se pone repetitiva, pregunta varias veces la misma cosa, olvidándose de la respuesta previa, o cuenta varias veces la misma historia, confunde el orden temporal en que se produjeron los eventos, se olvida de detalles importantes de una conversación reciente, olvida incluso lo que ha hecho, por ejemplo si fue al cine o si los hijos lo fueron a visitar» (Slachevsky et al., 2009: 26).
Manifestación que acompaña a una enfermedad.