Del latín tardío reminiscentĭa, y este derivado de reminisci 'recordar'.
La terapia de reminiscencia se utiliza en los pacientes con demencia, con la finalidad de evocar en ellos experiencias pasadas. Al despertar recuerdos bien asentados en su memoria, se lleva su vida a su conciencia. De este modo se mejora la memoria y se estimula la conversación.
Esta terapia se puede realizar de varias maneras: estimulación a partir de un objeto antiguo, de música, mediante grupos de conversación sobre un centro de interés, con representaciones teatrales que hagan revivir una experiencia previa o a través de imágenes proyectadas o impresas.
«La conversación debe estar conducida por un profesional que realiza preguntas sobre las imágenes, intentando provocar una evocación de situaciones del pasado del paciente (juventud o infancia) con el propósito de intervenir en la memoria remota y en aspectos emocionales del recuerdo tales como: el recuerdo de situaciones, sensaciones, olores o simplemente el reconocimiento de objetos antiguos, estableciendo a través de ellos un diálogo. Durante la sesión, además de intervenir en aspectos relacionados con la reminiscencia también intervenimos en otras funciones cognitivas como memoria de fijación, gnosias, orientación en espacio y tiempo, y aprendizajes previos entre otras» (Azpiazu y Cuevas, s. f.: 3).
«La reminiscencia ha demostrado ser un apoyo terapéutico que ayuda a las personas a encontrar significado en sus recuerdos. A través de recordar los sucesos pasados, la persona puede recuperar tanto la alegría como el dolor de su historia de vida y encontrar significado en sus experiencias pasadas» (Feria Ochoa, 2005: 126-127).
Técnica de intervención cognitiva aplicada a pacientes con demencia consistente en repasar la vida del paciente con el fin de estimular el recuerdo de experiencias pasadas con la ayuda de diferentes materiales. De este modo se intenta que el paciente hable de su pasado y de las cosas gratas que ocurrieron en él.