Transferencias intergeneracionales y envejecimiento en España, un análisis desde 1970 hasta la actualidad”
Introducción
Este proyecto se propone realizar un análisis de los efectos del envejecimiento sobre la economía en España. Para ello se estudiará el período desde 1970 hasta la actualidad, y, a la vista de los resultados, se realizarán simulaciones sobre la posible evolución futura. La metodología a utilizar son las denominadas Cuentas Nacionales de Transferencias (NTA por sus siglas en inglés). Se trata de una metodología desarrollada desde inicios de los años 2000, en un proyecto internacional liderado por las Universidades estadounidenses de Berkeley y Hawai. Actualmente, más de cuarenta países de todo el mundo (incluida España), participan en dicho proyecto. El método de estimación de las NTA ha sido aprobado y publicado en un manual por las Naciones Unidas (Population Division).
La Metodología NTA
Las NTA consisten en estimar, para cada momento del tiempo y para una economía determinada (por el momento el análisis se realiza por países), todos los flujos de recursos que tienen lugar entre los diferentes grupos de edad de las generaciones que conviven. En términos estrictamente económicos, el ciclo vital de las personas puede dividirse, en términos generales, en tres grandes etapas que denominaremos: niñez-juventud temprana, edad activa y edad de jubilación. Durante la edad activa, los individuos tienen la capacidad de trabajo que les permite generar los recursos necesarios para cubrir sus necesidades de consumo, mientras que en la niñez y la jubilación, carecen de dichos recursos. Así pues, es imprescindible que exista algún tipo de mecanismo que permita, en cada momento, que se realicen las transferencias intergeneracionales necesarias para que los niños y los mayores puedan consumir y satisfacer sus necesidades.
Existen, básicamente, tres mecanismos de redistribución intergeneracional. El primero de ellos es la propia familia, donde por ejemplo los padres actúan cuidando y satisfaciendo las necesidades de sus hijos, o incluso de los abuelos. En segundo lugar, el sector público también realiza transferencias intergeneracionales, ya que la mayoría de programas de gasto social van dirigidos a unas edades mientras se financian con los recursos provenientes de otras. Así por ejemplo, las pensiones y la sanidad benefician principalmente a los mayores, la educación a los niños, y en cualquier caso se financian con impuestos que son principalmente pagados por las personas que trabajan. Por último, las transferencias intergeneracionales podrían tener lugar también a través del mercado: los mayores podrían haber ahorrado durante su vida activa y recuperar la inversión durante su vejez. En el caso de los niños, un razonamiento similar implicaría que habrían de endeudarse al nacer, y devolver dicho crédito una vez incorporados al mercado laboral. No obstante, mientras que en el caso de los mayores efectivamente existen las reasignaciones temporales de renta (en mayor o menor grado dependiendo del país), no ocurre lo mismo en el caso de los niños, donde la familia juega el papel fundamental.
El procedimiento de estimación de las NTA es complejo y exige una importante carga de trabajo en términos búsqueda y procesamiento de datos estadísticos a nivel micro. Las NTA no proporcionan únicamente perfiles de consumo y renta laboral, sino también de todas las variables en las que éstos pueden descomponerse, así como de los diferentes mecanismos de financiación de las necesidades de consumo de las diferentes edades. Así, se construyen perfiles de transferencias privadas (tanto familiares como intrafamiliares), y de transferencias públicas (todos los impuestos, cotizaciones sociales y todos los gastos públicos). Por su parte, las reasignaciones de activos, ante la falta de información estadística apropiada para poder estimarlos directamente, se obtienen como saldo, utilizando la ecuación básica de NTA. Todos los perfiles son obtenidos per cápita y a nivel agregado (multiplicando cada perfil por la población en cada grupo de edad). Los agregados deben coincidir con los proporcionados por la Contabilidad Nacional de cada país, de manera que las NTA sean consistentes con las Cuentas Nacionales.
Gráfico 1. Perfiles de renta laboral (YL) y consumo (C) per cápita por edad en España (2000)
Las NTA proporcionan valiosísima información que nos permite observar cómo se producen las transferencias intergeneracionales en un período determinado. Así, en primer lugar, se dispone de un perfil por edad de consumo y de renta laboral. La diferencia entre ambos produce el denominado Déficit de Ciclo Vital o LCD. En el Gráfico 1 representamos esos perfiles para España estimados para el año 2000. Como puede apreciarse, mientras que el consumo es bastante regular a lo largo de todo el ciclo vital, no ocurre lo mismo con la renta laboral, que se concentra claramente en la etapa central. Ello da lugar a un superávit de ciclo vital (renta laboral es superior a su consumo) entre los 26 y los 58 años. Por el contrario, a edades más jóvenes y mayores, se produce un déficit de ciclo vital, es decir, los individuos necesitan transferencias para poder satisfacer sus necesidades de consumo. Dichas transferencias tendrán que producirse a través de uno de los tres mecanismos indicados anteriormente
En el Gráfico 2 se muestra una comparativa de los perfiles de renta laboral y consumo para diferentes países miembros de del proyecto NTA clasificados por áreas geográficas. Aunque la forma de los perfiles NTA presenta, en general, unas tendencias muy similares entre países, se pueden apreciar algunas diferencias interesantes. Así por ejemplo, los países nórdicos (Suecia, Finlandia), Alemania y EEUU presentan un perfil de consumo que crece notablemente en las edades más avanzadas. Ello se explica principalmente por el consumo público que crece considerablemente en esos grupos de edad (en programas como atención a la dependencia). Sin embargo, en otros países europeos como Austria, Francia, Italia o España, no se observa este fenómeno. En cuanto a la renta laboral, puede comprobarse como en los países con mayor desarrollo económico, ésta se concentra mayoritariamente en las edades centrales. En países como Turquía, la India, Colombia o los países africanos puede apreciarse una mayor importancia de la renta laboral a edades muy jóvenes.
Gráfico 2. Perfiles por edad de consumo y renta laboral per cápita en diferentes países NTA
El déficit de ciclo vital que irremediablemente han de afrontar las personas durante su niñez y una vez pierden la capacidad de trabajar, podía financiarse con los tres mecanismos de transferencias intergeneracionales mencionados anteriormente: las transferencias familiares, las transferencias públicas o bien las reasignaciones a través de los propios mercados. La importancia de estos tres mecanismos es diferente en cada país y, sospechamos, ha sufrido variaciones importantes a lo largo de la historia.
El Gráfico 3 nos muestra la importancia relativa de la renta laboral (YL), las transferencias privadas (TF), las transferencias públicas (TG) y las reasignaciones temporales de renta (ABR) en la financiación del consumo de jóvenes y los mayores en tres países NTA, EE.UU., Costa Rica y Alemania. En primer lugar, puede apreciarse que para los jóvenes, la principal fuente de financiación de su consumo son las transferencias privadas (TF), básicamente de sus familias, seguidas de las transferencias públicas, principalmente educación (si bien la importancia de éstas difiere de manera notable entre países). Por el contrario, para los mayores de 65 años su principal fuente de financiación procede de las transferencias públicas (pensiones, sanidad), seguidas de las asignaciones de renta intertemporales (desahorro). Vale la pena destacar la diferencia que se observa entre EEUU y Alemania (diferencia que también se da con el resto de países europeos) en cuanto a la renta laboral. Para los mayores americanos, la renta laboral financia alrededor de un 24% de su consumo, mientras en Alemania se reduce a apenas un 3%. No es más que una consecuencia de la mayor participación laboral de los mayores en la economía norteamericana, cuya edad media de retiro es superior a la europea.
Gráfico 3. Los mecanismos de financiación del consumo de jóvenes (0-24 años) y mayores (65+)
Si nos centramos en la importancia de las transferencias públicas, es decir, en el papel del estado del bienestar, encontramos interesantes resultados. En el Gráfico 4 hemos representado el porcentaje de transferencias públicas que reciben los jóvenes (0-24 años) y los mayores (65 y más años) en diferentes países NTA, en relación a su propio consumo. Cabe destacar las diferencias entre países como Reino Unido o Suecia, por ejemplo. En el Reino Unido, los mayores apenas reciben un 45% de su consumo total en transferencias públicas, mientras que en el caso de los niños la proporción se reduce al 20%. En el caso de Suecia, en cambio, los mayores reciben transferencias públicas equivalentes al 100% de su consumo, y los niños cerca del 40%. Así pues, observamos dos rasgos interesantes. En primer lugar, que, aun comparando países con estados de bienestar consolidados, se aprecian importantes diferencias en cuanto a su nivel de protección. En segundo lugar, y no menos interesante, se observa un claro sesgo en favor de los mayores en todos los países analizados. A pesar de que se trata de dos etapas igualmente dependientes en términos económicos, el estado de bienestar se ha desarrollado volcado en la protección a las personas mayores, dejando la de los niños básicamente en manos de las familias.
Gráfico 4. Transferencias públicas recibidas por jóvenes (0-24) y mayores (65%) en países NTA, en porcentaje del consumo total del mismo grupo de edad
En el Gráfico 5 se presenta una representación gráfica comparativa entre los países NTA de la importancia de los tres mecanismos de financiación del déficit de ciclo vital de los mayores de 65 años. Como puede observarse, los principales son las transferencias públicas y las redistribuciones intertemporales de activos, mientras que la importancia de las transferencias familiares en este grupo de edad es muy inferior.
Gráfico 5. Representación de los mecanismos de financiación del déficit de ciclo vital de los mayores de 65 años en los países NTA
Objetivo del proyecto
El objetivo de este proyecto es hacer un análisis de la evolución del estado del bienestar y su interacción con las transferencias intergeneracionales en España desde 1970 hasta la actualidad. Con ello pretendemos estudiar los efectos de la composición por edades de la población, y extraer lecciones sobre cuáles serán los efectos económicos del envejecimiento. Es difícil encontrar trabajos de investigación en los que se estudie el desarrollo del estado del bienestar desde una perspectiva histórica relacionándola con la evolución demográfica. Esta será la principal aportación de este proyecto.
Puesto que en estos momentos ya disponemos de estimaciones de NTA para España para el año 2000 y 2012, será necesario construir las del período 1970-2000. La metodología a seguir será la estándar de NTA, utilizando las encuestas de presupuestos familiares disponibles para 1970, 1980 y 1990, así como otras fuentes de datos provenientes de organismos públicos y la Contabilidad Nacional.
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