Marina Villegas: "La tasa de reposición de los investigadores se sitúa desde hace tres años en el 100%"
Marina Villegas Gracia asumió en junio de 2016 la dirección de la recién creada Agencia Estatal de Investigación, un organismo estatal volcado con la investigación científica y técnica y que será responsable de evaluar las propuestas presentadas al proceso de selección de trabajos de investigación multidisciplinar sobre envejecimiento abierto por la Fundación General de la Universidad de Salamanca en el marco del Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE).
Marina Villegas es Licenciada en CC. Químicas por la Universidad Autónoma de Madrid y se incorporó al Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC (ICV-CSIC) en 1988. En 1993 realizó una estancia postdoctoral en la Ecole Federale Polytechnique de Laussane, reincorporándose al ICV en 1994. Obtuvo su acceso a la escala de Científicos Titulares del CSIC en 1999 y posteriormente a la escala de investigador científico de OPI en 2009.
En 2006 fue nombrada vicedirectora del ICV – CSIC, cargo que ocupó hasta 2010 cuando fue nombrada directora del Departamento de Postgrado y Especialización del CSIC. En Abril de 2012 fue nombrada subdirectora general de proyectos de investigación y en Febrero de 2014 Directora General de Investigación Científica y Técnica, puesto que ocupó hasta junio de 2016 cuando fue nombrada Directora de la Agencia Estatal de Investigación.
La Agencia Estatal de Investigación es un organismo relativamente reciente y quizás un poco desconocido para la mayoría de nosotros ¿Nos podría explicar cómo surge y cuál es su principal objetivo?
La Agencia Estatal de Investigación es una petición histórica de la comunidad científica española, que se plasma en el año 2011 en la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación y que finalmente se crea en noviembre de 2015. El principal objetivo de la Agencia es el fomento de la investigación científica y técnica en todas las áreas del saber mediante la asignación competitiva y eficiente de los recursos públicos, el seguimiento de las actuaciones financiadas y de su impacto y el asesoramiento y planificación de las acciones o iniciativas a través de las que se instrumentan las políticas de I+D de la Administración General del Estado.
Hay quién afirma que para lograr un importante avance en la investigación, los evaluadores de los proyectos deben concluir en muchas más ocasiones sus análisis con un “no”. ¿qué piensa usted? ¿Cómo la Agencia Estatal de Investigación puede elevar el nivel de la investigación?
La investigación financiada por la AEI es evaluada por la comunidad científica en activo y cuenta con expertos externos a la AEI en cada una de las áreas científicas en las que se organiza la Agencia. Esta evaluación, realizada según las mejores prácticas y estándares internacionales, se basa en la calidad científico-técnica de los proyectos y de los recursos humanos. La Agencia debe asegurar que en dicha evaluación, positiva o negativa, se respeten siempre estas buenas prácticas y todas las garantías necesarias. Las evaluaciones se hacen siguiendo criterios conocidos por los investigadores (publicados en las respectivas convocatorias) equivalentes a los aplicados por otras agencias europeas e internacionales: calidad científico-técnica y viabilidad del proyecto, calidad del grupo de investigación que desarrollará el proyecto e impacto del mismo.
El Estado acaba de aprobar un presupuesto de 6.366 millones para I+D+i este año, el 5,4% más que en 2017 ¿le parece suficiente para un país que busca equipararse en excelencia científica con otras naciones europeas?
El presupuesto para ciencia aumenta hasta los 7.044 millones de euros, un 8,3% más que en 2017. Siempre nos gustaría tener más presupuesto, eso es cierto, pero hay que tener en cuenta que el presupuesto en I+D+I tiene dos componentes fundamentales, la financiación pública y la financiación privada. En otras naciones europeas a las que buscamos equipararnos, la financiación privada representa dos terceras partes de la financiación total en I+D+I. Sin embargo, en España, esta financiación privada es ligeramente superior al 50%. La Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación 2013-2020 marca como objetivo de inversión en I+D+I el 2% del PIB. A este 2% tienen que contribuir tanto la inversión privada como la pública. Desde la AEI y la Secretaría de Estado de I+D+I se trabaja continuamente en este sentido.
Según algunos informes España empieza a salir de la crisis y el sector privado a remontar. La falta de fondos es algo de que se quejan muchos investigadores ¿Puede ser la inversión privada la clave para darle un nuevo impulso a la investigación en España?
Por supuesto, el sector privado, como he indicado anteriormente, es clave para este impulso.
¿Cómo se podría incentivar?
Es algo en lo que estamos trabajando mucho desde 2012, ya que implica no solo medidas concretas sino un cambio de mentalidad. En este momento, la Secretaría de Estado de I+D+I va a comenzar un trabajo de revisión de los instrumentos de fomento de la I+I privada para incentivar y mejorar la inversión privada.
Científicamente hablando ¿cuáles son los puntos fuertes de España?
España tiene muchos puntos fuertes en investigación. En primer lugar los investigadores; su calidad científica es indiscutible. La producción científica española se encuentra entre los primeros países del mundo. Actualmente, según el ránking que utilicemos, España se sitúa entre la 9ª y la 11ª posición mundial. Nuestras empresas, especialmente las PYMES, están teniendo un tremendo éxito en los programas del Programa Marco Europeo H2020. En el “Instrumento PYME”, dirigido a las empresas, España ocupa el primer lugar en proyectos financiados y nuestro retorno en este programa tiene cifras muy prometedoras. Y en los resultados globales, España ocupa la 4ª posición por retornos. Nunca habíamos tenido resultados parecidos, y son recursos que se consiguen en competencia con el resto de países europeos. No podemos, por supuesto, olvidar tampoco a nuestros centros de investigación, universidades, OPIs y otros, que son punteros en muchos aspectos y tampoco a nuestras infraestructuras científicas, muchas de ellas de un nivel comparable o superior a otras infraestructuras europeas y mundiales.
España, como tantos otros países, perdió a grandes investigadores y científicos que han decidido salir del país buscando nuevas oportunidades ¿cree que algún día podremos recuperarlos? ¿Qué podemos ofrecerles?
España ha pasado estos últimos años por dificultades, esto no podemos negarlo, y ello ha llevado a que investigadores de talento se hayan tenido que marchar a investigar a otros países. Pero es importante poner esto en contexto: en la carrera investigadora la experiencia internacional, es básica. Y también tenemos que ser conscientes de que en España trabaja una cantidad considerable de investigadores extranjeros. Lo que está claro es que el sistema español tiene calidad para exportar talento y debemos ser capaces de atraer al mejor talento, sea español o extranjero.
La tasa de reposición de los investigadores se sitúa desde hace tres años en el 100%, lo que no ocurre con otros colectivos, y esta medida está permitiendo, por ejemplo, una oferta pública de empleo que permite estabilizar a un alto número de investigadores. Esta y otras medidas que la Secretaría de Estado de I+D+I está tomando permiten que aumente el personal investigador. De hecho, en 2016 hubo un incremento de 4.000 investigadores en España según el INE.
Hoy, más que nunca, es posible hacer realidad la afirmación “la ciencia es colaboración”. ¿hasta qué punto los proyectos de investigación en España tienen entre sus prioridades conseguir la colaboración de los investigadores y los centros de investigación que están en la vanguardia en los distintos campos de conocimiento?
Los investigadores saben que la colaboración es fundamental en el desarrollo de la I+D+I, no es nuevo. Los retos a los que se enfrenta la ciencia y la innovación actualmente no pueden resolverse con un único punto de vista, tienen que abordarse desde diferentes áreas de conocimiento y esto se promueve en los proyectos de la Agencia, especialmente en los dedicados a los Retos identificados en la Estrategia Española, nos interesa mucho la multidisciplinariedad.
¿Cómo cree que se podría fomentar esa colaboración científica?
Los investigadores, como he dicho antes, tienen claro que hay que colaborar y la Estrategia Española y el Plan Estatal de I+D+I pone en valor las colaboraciones y la multidisciplinariedad.
¿En qué punto se encuentra la formación en I+D+i?
La formación en I+D+I en España es muy buena. Sabemos actualmente que debemos promocionar las disciplinas STEM, especialmente entre las mujeres, ya que se detecta un claro déficit de mujeres formándose en estas disciplinas y no podemos permitir esta evidente pérdida de talento. Dicho esto, sabemos que la formación en I+D+I debe evolucionar hacia estudios más transversales y multidisciplinares, que incidan también en “soft skills” y en formación de emprendedores.
Atraer talento para el campo de la investigación, como para cualquier otra actividad, es sin duda un objetivo prioritario. ¿cómo se podría incentivar esa opción entre los pre-graduados?
La carrera investigadora es vocacional y es una carrera dura. Sin embargo da muchas satisfacciones. Estar en el centro de la resolución de problemas, de retos, en el centro de la generación de conocimiento es el gran incentivo, pero no podemos olvidar que los investigadores deben poder hacer su trabajo en buenas condiciones. Debemos hacerles llegar a los graduados la emoción del conocimiento pero también el trabajo en buenas condiciones.
El pasado mes de febrero participó en la VII Semana Mujer y Ciencia: “Pioneras de la Ciencia”, organizada por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana y la Unidad de Igualdad de la Universidad de Burgos, donde habló sobre los problemas a los que se enfrenta la mujer a la hora de llegar a puestos importantes como el suyo ¿cree que la falta de visibilidad laboral es un problema que puede ser solucionado a corto plazo?
La visibilidad laboral de las mujeres en I+D+I es cada vez mejor. Ya nadie se extraña de ver mujeres investigando (hace ya tiempo que esto no ocurre). Sin embargo, el problema está en la pérdida de mujeres a lo largo de la carrera investigadora. Sabemos que la etapa de la maternidad supone un freno para muchas investigadoras y aparece la gráfica “tijera” (que tiene también otras causas conocidas) que representa la falta de mujeres en puestos de responsabilidad en la I+D+I (reflejo de lo que ocurre en nuestra sociedad). No sé si se podrá solucionar a corto plazo, me gustaría decir que sí, pero no importa, debemos luchar día a día para conseguirlo. Tarde o temprano lo conseguiremos.
El Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE), es una iniciativa conjunta de España y Portugal que busca respuestas multidisciplinares para el fenómeno que supone el envejecimiento de la población en sus retos y oportunidades. ¿qué lugar ocupa el envejecimiento en las prioridades de investigación en nuestro país?
Representa una prioridad recogida en el Reto 1 de la Estrategia Española y también en Horizonte 2020. Debemos tener en cuenta, efectivamente, que el envejecimiento, como los otros retos, debe abordarse desde varios puntos de vista, desde varias disciplinas, por lo que los investigadores, como ya hemos comentado, deben colaborar y trabajar juntos. El envejecimiento es y va a ser uno de los grandes problemas de nuestra sociedad por lo que debemos trabajar desde la I+D+I para abordar todas las cuestiones que surgen tanto médicas como sociales. Aquí la interacción con las áreas sociales y humanísticas es fundamental.