23/11/2018

El ruido provocado por los medios de transporte afecta a nuestra salud

Noise caused by means of transport affects our health - Sociedad, Actualidad

Es sabido que el transporte es uno de los más importantes en cuanto a emisiones de CO2 y, por tanto, es un gran contribuidor al calentamiento global. De hecho, los impactos negativos en el medio ambiente comienzan antes, durante la construcción de las infraestructuras modificando el paisaje y los elementos naturales. Además de la contaminación del aire, no debemos olvidar el ruido, un problema de salud pública.  La ciencia indica que el ruido del tráfico provoca tanta enfermedad como la contaminación atmosférica.  Y es que el ruido del tráfico, junto con el de las obras, es el más enervante para los españoles y, por supuesto, tiene efectos adversos para el bienestar y la salud de las personas. La fuente principal de ruido en los ambientes urbanos sigue siendo el tráfico, que es el causante de más del 80 por ciento de la contaminación acústica que se registra en las ciudades españolas.

Un estudio científico publicado recientemente afirma que el ruido del tráfico acelera el envejecimiento de las aves urbanas (Frontiers in Zoology).  En concreto, los investigadores han observado que este molesto ruido puede disminuir la longitud de los telómeros, el extremo de los cromosomas, que estabilizan el tiempo de vida de las células.

Otro estudio científico reciente publicado en una revista de cardiología (Journal of the American College of Cardiology) determina que el ruido del tráfico rodado y del aéreo puede aumentar al desarrollo de patologías del corazón. Y todo esto además de otros efectos auditivos y sobre la salud, o la calidad de nuestro sueño, por ejemplo. Un estudio de del Instituto de Salud Carlos III y la Universidad Autónoma de Madrid afirmaba en 2016 que el exceso de ruido de las carreteras está relacionado con algunas causas de muerte diaria registradas en la capital de España. Y es que los altos niveles de ruido promueven mecanismos de estrés que pueden causar alteraciones de tipo cardiovascular, respiratorio y metabólico.

Algunas soluciones

Serán claves la regulación del tráfico, y todo tipo de normas que ayuden a establecer límites de velocidad más bajos, y reducir su intensidad en zonas habitadas, diseñar más zonas peatonales y otras medidas como el desarrollo de asfaltos fonoabsorbentes y neumáticos de bajo ruido que ayudan a reducir el ruido. Los coches eléctricos también son muy bienvenidos en este sentido. Incluso la mayor vigilancia de la doble fila ayudará a reducir los pitidos de protesta tan molestos.

En Madrid, medidas de este tipo han producido que el ruido haya disminuido de forma notable en aquellos ámbitos de la ciudad en los que se ha reducido en gran medida el tráfico rodado, como es el caso de los distritos que componen la almendra central. En los distritos donde la reducción del tráfico no ha sido tan pronunciada, el ruido, aunque ha disminuido, lo ha hecho en menor medida.

Fuente: Envejecimiento En Red