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La Economía de los Cuidados: un pilar fundamental para el bienestar social

La Economía de los Cuidados abarca el conjunto de actividades, recursos y políticas destinadas a garantizar la atención y el bienestar de aquellas personas que, en distintos momentos de su vida, requieren apoyo para realizar actividades esenciales del día a día. Esto incluye el cuidado de la infancia, de personas mayores, con discapacidad o en situación de dependencia, así como el trabajo de cuidados no remunerado que tradicionalmente ha recaído en el ámbito familiar.
A pesar de su papel central en la sostenibilidad de la vida y de las sociedades, los cuidados han sido históricamente invisibilizados y relegados a la esfera privada, con una carga desproporcionada sobre las mujeres. Durante décadas, los sistemas de bienestar han tratado los cuidados más como una responsabilidad familiar que como un derecho social garantizado. Sin embargo, los profundos cambios demográficos y sociales han puesto en evidencia la necesidad de repensar este modelo.
Los sistemas de bienestar en todo el mundo enfrentan hoy un reto crucial: garantizar el acceso equitativo a los cuidados en un contexto de envejecimiento poblacional, transformación de las estructuras familiares y mayor participación de las mujeres en el mercado laboral. La provisión de cuidados ya no puede depender únicamente de la capacidad económica de los hogares ni del tiempo y esfuerzo de las familias. Se requiere un enfoque que asegure servicios accesibles, profesionales y de calidad para quienes los necesitan.
Más allá de ser una necesidad social, la Economía de los Cuidados es también una cuestión económica de primer orden. La inversión en servicios de cuidados genera empleo, impulsa la igualdad y fortalece la resiliencia de los sistemas de bienestar. Avanzar hacia un modelo de cuidados accesible, sostenible y equitativo no solo garantiza derechos fundamentales, sino que también contribuye al desarrollo social y económico, asegurando que ninguna persona quede desprotegida por falta de apoyo.
Un estudio clave en el marco del proyecto IBERLONGEVA
Conscientes del papel fundamental de la Economía de los Cuidados en la sostenibilidad de las sociedades longevas, el Centro Internacional sobre la Longevidad (CENIE) impulsa, en el marco del proyecto IBERLONGEVA, la investigación “La Economía de los Cuidados en España”, un estudio respaldado por la Unión Europea a través del Programa Interreg, España-Portugal, POCTEP 2021-2027.
El proyecto IBERLONGEVA promueve una visión innovadora y positiva del envejecimiento, situando la longevidad como una oportunidad para la transformación social y económica. En este contexto, la investigación sobre la Economía de los Cuidados adquiere un papel central, ya que la mayor esperanza de vida y los cambios en las estructuras familiares han evidenciado que los sistemas de bienestar actuales deben adaptarse para garantizar una atención adecuada a una población cada vez más longeva.
El estudio “La Economía de los Cuidados en España” tiene como objetivo analizar el estado actual del sistema de cuidados, identificando sus fortalezas y debilidades, y proponer estrategias de modernización que aseguren su sostenibilidad. Más allá del diagnóstico, el propósito de esta investigación es avanzar en la institucionalización del Derecho al Cuidado, garantizando que todas las personas en situación de dependencia tengan acceso a los apoyos necesarios dentro de un sistema equitativo y eficiente.
Alineada con la visión integral de IBERLONGEVA, esta investigación contribuirá a diseñar soluciones innovadoras para una sociedad longeva, en la que los cuidados de larga duración sean un derecho plenamente reconocido y no una carga desproporcionada sobre las familias o el mercado. En este sentido, el estudio no solo busca generar conocimiento, sino también ofrecer herramientas y propuestas concretas que sirvan como base para el diseño de políticas públicas en el futuro.
La Economía de los Cuidados en el contexto internacional
A lo largo de la historia, la provisión de cuidados ha sido una necesidad fundamental para todas las sociedades. Sin embargo, la forma en que los países han estructurado su respuesta a esta necesidad ha variado considerablemente. Mientras algunos han desarrollado sistemas organizados y accesibles para garantizar la cobertura de los cuidados, otros han mantenido un modelo más fragmentado, donde la responsabilidad recae principalmente en las familias o en la capacidad de cada individuo para acceder a soluciones en el mercado.
Los enfoques adoptados en distintos países pueden agruparse en diferentes modelos de provisión de cuidados, según el grado de intervención pública y la estructura de apoyo disponible:
• Modelos con baja intervención pública, donde el acceso a los cuidados depende en gran medida de la capacidad económica de los hogares o de la red familiar disponible, con un papel subsidiario del Estado.
• Modelos mixtos, en los que el Estado regula y financia parcialmente los servicios de cuidado, combinando una red de apoyo público con la participación de entidades privadas o comunitarias.
• Modelos con fuerte intervención pública, donde los servicios de cuidado forman parte integral del sistema de bienestar, asegurando un acceso equitativo y universal mediante una inversión significativa de recursos públicos.
A pesar de estas diferencias, en las últimas décadas ha emergido una crisis global en la provisión de cuidados. Factores como el envejecimiento de la población, la reducción del tamaño de los hogares, la mayor participación de las mujeres en el mercado laboral y el cambio en los roles familiares han generado un desajuste entre la demanda de cuidados y la capacidad de los sistemas actuales para garantizar una cobertura adecuada.
Esta brecha se ha visto agravada por la insuficiencia de inversión pública en cuidados, la escasez de infraestructuras especializadas y la precarización del empleo en el sector. En muchos casos, los cuidados siguen dependiendo del esfuerzo de las familias, lo que amplía desigualdades económicas y de género. Como consecuencia, los sistemas de bienestar enfrentan el reto de reformular su estructura de apoyo, buscando soluciones que equilibren sostenibilidad financiera, equidad en el acceso y calidad en la atención.
La Economía de los Cuidados es, por tanto, un desafío inaplazable a nivel internacional. La forma en que cada sociedad aborde este reto no solo determinará la calidad de vida de las personas que necesitan cuidados, sino que también tendrá un impacto directo en la equidad social y en la viabilidad de los sistemas de bienestar del futuro.
España ante el reto del cuidado
El sistema de bienestar en España ha evolucionado con el tiempo, consolidando servicios esenciales como la sanidad, la educación y las pensiones. Sin embargo, el ámbito de los cuidados ha seguido un desarrollo distinto, marcado por una fuerte dependencia de las familias y una limitada intervención pública en la provisión de estos servicios. Durante décadas, el cuidado de personas mayores, dependientes o con discapacidad ha recaído principalmente en los hogares, con un protagonismo destacado de las mujeres dentro de la familia.
Aunque se han producido avances normativos en materia de dependencia, la cobertura de los servicios de cuidado sigue siendo desigual y fragmentada. Muchas personas enfrentan dificultades para acceder a recursos adecuados a su situación, lo que genera desigualdades territoriales y económicas. En ausencia de una red de apoyo suficiente, la responsabilidad del cuidado sigue recayendo en las familias, lo que limita las oportunidades laborales de quienes asumen estas tareas y perpetúa brechas de género y desigualdades sociales.
Además, el sector de los cuidados enfrenta retos estructurales en términos de calidad y estabilidad laboral. La expansión de estos servicios no ha ido acompañada de una regulación homogénea que garantice condiciones dignas tanto para quienes reciben el cuidado como para quienes lo prestan. Muchas trabajadoras del sector se encuentran en situaciones de empleo precario o sin acceso a derechos laborales adecuados, lo que repercute en la profesionalización y estabilidad de la atención.
En los últimos años, han surgido propuestas y debates sobre la necesidad de transformar este modelo y avanzar hacia un sistema de cuidados más accesible, sostenible y equitativo. La pandemia del COVID-19 evidenció las carencias estructurales en la atención a la dependencia, poniendo de manifiesto la urgencia de reforzar estos servicios y garantizar su calidad en todo el territorio.
España enfrenta hoy un desafío inaplazable: diseñar un sistema de cuidados que garantice el acceso equitativo a estos servicios y alivie la carga sobre las familias, asegurando al mismo tiempo condiciones laborales justas para quienes trabajan en el sector. La respuesta a esta cuestión no solo será clave para el bienestar de las personas dependientes y sus cuidadores, sino también para la consolidación de un Estado del Bienestar preparado para las nuevas realidades demográficas y sociales del país.
Una investigación para fortalecer el modelo de cuidados en España
En el marco del proyecto IBERLONGEVA, que promueve un enfoque innovador y positivo sobre la longevidad, surge la necesidad de analizar en profundidad el papel de los cuidados en la sostenibilidad del bienestar social. Con este propósito, el Centro Internacional sobre la Longevidad (CENIE) impulsa la investigación “La Economía de los Cuidados en España”.
El estudio parte de una premisa clara: el actual sistema de cuidados en España requiere una transformación que responda a las necesidades de una sociedad cada vez más longeva y diversa. No se trata solo de diagnosticar las carencias existentes, sino de identificar oportunidades de mejora y proponer soluciones viables que permitan garantizar el Derecho al Cuidado como un pilar esencial del bienestar social.
Más allá del análisis del sector de los cuidados en España, esta investigación busca contribuir a una reflexión más amplia: cómo integrar este derecho en un modelo de bienestar que no solo atienda los desafíos del presente, sino que también anticipe los retos del futuro. La longevidad no debe verse únicamente desde la óptica de los desafíos demográficos, sino como una oportunidad para repensar las estructuras de apoyo, dinamizar la economía y reorganizar los servicios esenciales de manera más eficiente y equitativa.
Esta investigación pretende ser una contribución rigurosa al debate necesario sobre cómo construir una sociedad longeva más equitativa, sostenible y cohesionada. Con una visión centrada en la innovación y el bienestar de las personas, el estudio aspira a generar conocimiento útil para diseñar estrategias concretas que permitan construir un modelo de cuidados accesible, eficiente y alineado con la transformación social que implica la longevidad.
El Comité de Gestión del Programa de Cooperación Interreg VI A España – Portugal (POCTEP) 2021-2027, POCTEP, financiado por la Unión Europea, en su reunión del 27/05/2024, aprobó el proyecto Programa integral digitalizado, basado en inteligencia artificial, para la promoción del envejecimiento saludable (0137_IBERLONGEVA_6_E).