¿Cómo de viejos seremos? Mayores de 100 años en la Unión Europea y en España
Como sabemos, el envejecimiento es un fenómeno global, que afecta de manera distinta, eso sí, a las diferentes regiones del mundo. Sabemos ya que en España y en Europa, la población envejece y que hay una mayor proporción de personas mayores. También sabemos que el perfil demográfico de la población ha cambiado no solo porque vivimos más, sino también porque tenemos menos niños (lo que está en estrecha relación con la inexistencia de políticas de apoyo a familias y de conciliación laboral y familiar, entre otras cuestiones). El perfil demográfico del país y cuestiones como el envejecimiento o la edad media está influido también por las pautas de las migraciones (quién viene, quién se va). Como gran parte de nuestras políticas están directamente afectadas y se imbrican en la situación de la Unión Europea, vamos a reflexionar sobre el envejecimiento de nuestros vecinos y del conjunto de la Unión, para poder dimensionar el fenómeno del envejecimiento. Además, nos vamos a centrar en la parte más alta de la pirámide, esta etapa de la vida que nos parecía imposible alcanzar hace un tiempo: más de 100 años.
Para hacernos una idea de la situación demográfica en la Unión Europea, el 19% de su población en el año 2018 tenía más de 65 años. Esto suponía que, en 2018, 101 millones de europeos eran mayores de 65 años, y las proyecciones de población señalan que serán 149 millones en 2050.
¡Ah! ¿Por qué hablar de Europa y de la Unión Europea cuando intentamos comprender la situación del envejecimiento en España? De manera muy breve, recordemos: España forma parte de la Unión Europea (que antes se llamaba Comunidad Económica Europea o CEE) desde el 1 de enero de 1986. En 1993 esta CEE, que era una unión económica creada por el Tratado de Roma en 1957, pasa a llamarse Comunidad Europea (CE) y en 2009, mediante el tratado de Lisboa, se funde en lo que hoy conocemos como Unión Europea. Por supuesto hay muchas connotaciones que me dejo por el camino y para algunas personas esto será una simplificación excesiva, pero nos sirve para introducir que la UE es una asociación económica y política conformada por 28 países (de momento) uno de los cuales es España. Además de tener una bandera y una moneda común, también tenemos una serie de políticas comunes y un mercado único, y entre otras cuestiones, la UE comparte responsabilidad con los países sobre las políticas de empleo y asuntos sociales. Otros asuntos quedan al arbitrio de cada país, pero sí que pueden pronunciarse o dar indicaciones en aquellas materias que tengan relación con ciertos ámbitos, destacando temas laborales y migratorios. Y como sabemos, las cuestiones laborales y sociales están fuertemente relacionadas con la estructura demográfica de cada país.
A nivel demográfico, la UE está formada por 512,4 millones de personas, que se espera que aumenten hasta los 525 millones en 2044, momento a partir del cual las proyecciones indican que la población disminuirá de manera drástica. De nuevo: tarjeta roja sobre la necesidad de políticas de apoyo para poder tener hijos en España. Pero ya que tengo el espacio aquí, importante también será que podamos tenerlos sin criarlos en situaciones de riesgo de pobreza. Pero este es otro tema.
Volviendo a las proyecciones y a la vejez, la población mayor de 65 años en la UE, decíamos, es de 101 millones y se espera que aumente hasta los 149 millones en 2050. Se calcula que el número de personas con 85 años o más pasará de los 13,8 millones que son en 2018 a 31,8 millones en 2050. Por su parte, el número de personas con 100 años o más, pasará de los cerca de 106.000 que son en 2018 a ¡más de medio millón en 2050!
Es decir, la importancia relativa de las personas más mayores en la pirámide aumentará, pero esto de los centenarios sin duda es un fenómeno que sigue sorprendiendo y que además es muy reciente. ¿Cuántas personas de más de 100 años habrá en la Unión Europea?; ¿Se distribuirán porcentualmente de igual manera en Europa o habrá países con claras diferencias?; Y en España, ¿cuántos centenarios tendremos en España en unos años? Para contestar a estas preguntas vamos a analizar los datos de proyecciones demográficas que nos proporciona Eurostat.
En primer lugar, la expectativa numérica de las personas mayores de 100 años en el conjunto de la Unión es la siguiente:
Gráfico: Proyecciones de población de más de 100 años en la Unión Europea:
Fuente: elaboración propia para CENIE (Envejecer en Sociedad) a partir de datos Eurostat.
Numéricamente, y por lógica, habrá un número mayor en aquellos países más poblados, aunque obviamente influirán otras cuestiones como la propia esperanza de vida. Así, para 2110, Alemania (278.574 personas de 100+), Reino Unido (con 277.040 mayores de 100 años, sea parte o no de la UE en ese momento) y Francia (268.487) encabezan ese listado. En cuarto lugar, Italia (205.812 mayores de 100 años se esperan para 2100) y, en quinto lugar, con 202.495 centenarios, tendremos a España. Portugal está en la posición decimotercera, con 35.589 mayores de 100 años. Porcentualmente hablamos de tasas muy bajas, inferiores al 1% de la población, pero interesa ver cómo se reparten por país respecto a la población esperada total de cada uno de ellos:
Gráfico: Proyecciones del porcentaje de mayores de 100 años respecto de la población total. Unión Europea, 2100.
Fuente: elaboración propia para CENIE (Envejecer en Sociedad) a partir de datos Eurostat.
Respecto de la población de cada país, nos movemos entre el 0,55% de mayores de 100 años en Grecia y el 0,24% de Letonia. España está en el noveno lugar (0,43% de su población será centenaria en 2100) y Portugal se situará en un segundo lugar, con un 0,54% de mayores de 100 años.
Por último, vamos a ver cómo se plantea la evolución de estos mayores de 100 años en España.
Gráfico: Proyecciones del porcentaje de mayores de 100 años respecto de la población total. España, 2100.
Fuente: elaboración propia para CENIE (Envejecer en Sociedad) a partir de datos Eurostat.
Sin duda, a partir de aquí disponemos de más información para comprender otros fenómenos que tenemos que analizar, como los problemas de asociar el cobro de la pensión a la expectativa de vida, pero, además, nos ayuda a prepararnos no solo para la vejez que viene, sino para qué vejez viene. ¿Estaremos preparados?