12/12/2019

Las (a menudo desapercibidas) oportunidades de la "economía de la longevidad"

Las (a menudo desapercibidas) oportunidades de la "economía de la longevidad" - Economía, Actualidad

Los jóvenes pueden estar preparados para heredar el futuro, pero ahora el envejecimiento de la población es lo que está definiendo nuestro tiempo. En 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número al grupo de niños menores de 5 años a nivel global. Y se prevé que el número de personas de 80 años o más se triplique, de 143 millones ahora a 426 millones, en el año 2050. La población de 65 años o más está creciendo más rápido que todos los demás grupos de edad, sobre todo desde que la tasa de natalidad mundial empezó a desplomarse en la segunda mitad del siglo XX.

Según la Organización Mundial de la Salud, la tasa de fertilidad en todas las regiones, excepto África, están cerca o por debajo de lo que se considera la "tasa de reemplazo", el nivel necesario para mantener estable la población. En la mayoría de los países de altos ingresos, la cifra ronda los 2,1 hijos por mujer.

Sin embargo, la población no solo está envejeciendo: las personas viven más y aumentan su "ciclo vital" con una salud en mejor estado.

Eso significa que, a medida que aumenta la población de ancianos, también crece un grupo de consumidores, trabajadores e innovadores.

En otras palabras, no son simplemente un grupo que necesita de los servicios dela llamada"economía de la longevidad", que está dirigida exclusivamente a personas mayores, sino que la población mayor puede continuar participando a tiempo completo en la economía en general.

"Ahora estamos hablando de una nueva etapa de la vida que es tan larga como la última parte de la vida adulta", dice el Joseph Coughlin, director del Instituto de Tecnología de Massachusetts AgeLab y autor del libro "Economía de larga duración: Liberando el mercado de mayor crecimiento y más incomprendido".

A medida que las personas mayores tienen vidas más largas y saludables, y continúan participando activamente en la economía global, se abren posibilidades para convertir la longevidad en un activo para la sociedad. En 2015, los estadounidenses mayores de 50 años generaron casi US$8.000 millones en actividades económicas.

La consultora Boston Consulting Group estima que, para 2030, la población de más de 55 años en Estados Unidos habrá representado la mitad de todo el crecimiento del gasto del consumidor interno desde la crisis financiera mundial. Este número aumenta al 67% en Japón y al 86% en Alemania.

Dado que las personas mayores actualmente son responsables de una parte sustancial de la actividad económica mundial y de que lo serán en el futuro, la "economía de la longevidad" podría abrir oportunidades de crecimiento que hoy están sin explotar.

Desafiando la "vejez"

El envejecimiento global de la sociedad se ha considerado perjudicial para la salud económica de un país, ya que reduce la fuerza laboral y aumenta las cargas sobre los sistemas públicos de salud.

En la reunión del G20 de este año en Japón, el envejecimiento estaba en la lista de prioridades por primera vez.

El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, dijo que el envejecimiento de la población podría plantear "serios desafíos" para los bancos centrales.

Un reciente informe de Naciones Unidas también advirtió que el envejecimiento global aumentaría las "presiones fiscales que enfrentarán muchos países en las próximas décadas tratando de construir y mantener sistemas públicos de atención médica, pensiones y protección social para las personas mayores".

Esto podría impactar particularmente en muchos de los países que registran un número creciente de jubilados.

Pero Coughlin, del MIT, cree que, aunque las poblaciones pueden estar envejeciendo en cantidades significativas, no hay que dejar que la idea de "vejez" reprima la forma en que pensamos sobre las oportunidades económicas. Argumenta que la vejez es una construcción social que no refleja de manera realista cómo viven las personas después de la mediana edad. Y dice que las empresas deben ofrecer lo que las personas mayores realmente quieren y no lo que la sabiduría convencional sugiere que necesitan.

Nuevo estilo de vida

No se trata solo de coches para ancianos, por ejemplo, sino de diversión, moda, turismo y viajes confortables. "Se trata de no tener edad. Las cosas que son más personalizadas, más centradas en el bienestar, en cosas que facilitan la vida", dice Coughlin. "Esos conjuntos de valores valen para todas las generaciones", añade.

Agrega que aunque las demandas de los millennials están vinculadas al auge de la economía a la carta, los adultos mayores se benefician enormemente de lo conveniente que es este estilo de vida. "Para la gente mayor se ha convertido en una vida de asistencia virtual". Aunque no hay mucha investigación disponible sobre la economía de la longevidad, lo que está claro es que si las empresas consiguen aprovechar esta base de consumidores, eso podría significar grandes oportunidades de negocio.

Poder adquisitivo

Después de todo, este grupo de edad es un consumidor nato. Un informe de KPMG de 2017 sobre consumidores online en 51 países reveló que los baby boomers gastan más a través de ese canal -unos US$203 de media por transacción-, en comparación con los millennials, conocidos por ser "nativos de la tecnología". Este último grupo es el que menos gasta, con unos US$173 de media por transacción.

Oportunidades de negocio

El mercado más grande para la "economía de la longevidad" puede ser Japón, la nación del mundo que envejece más rápido. Pero la cultura japonesa moderna ha sabido adaptarse alas necesidades cotidianas de su envejecida población. Y ha puesto en marcha ideas que suponen pequeñas comodidades, como proporcionar anteojos en las oficinas de correos, bancos y hoteles para leer la letra no tan pequeña. Pero también implementan mejoras estructurales más grandes, como colocar botones en los cruces peatonales que, al presionarlos, dan tiempo extra para cruzar. Japón, país que tiene al menos el 20% de su población por encima de los 70 años,ha desarrollado una cultura inclusiva. Este modelo se refleja en cómo los ancianos consumen junto a las generaciones más jóvenes, por ejemplo, en piscinas locales, paquetes vacacionales y clases de ejercicio.

Prolongando la vida laboral

Una parte clave de la longevidad y el aumento de la salud es la libertad de trabajar. Cuando los trabajadores tienen una vida más saludable y más larga, una fuerza laboral que envejece puede ser una oportunidad para cosechar lo que la consultora Deloitte llama el "dividendo de la longevidad".

Es decir, poder impulsar la productividad económica de los empleados de más edad. En Alemania, mantener a los trabajadores mayores en el trabajo es una cuestión de estabilidad económica nacional. Más del 21% de la población alemana tiene más de 65 años.

Adaptarse o fallar

La agencia de calificación crediticia Moody's dice que el envejecimiento de la población de Alemania plantea riesgos para su fortaleza económica. Moody's advirtió que si Alemania pierde su calificación crediticia triple A, la razón más probable será "el impacto del cambio demográfico en la economía alemana y los sistemas de seguridad social".

A la luz de los avances en salud y esperanza de vida, se espera que un alemán de 65 años de edad viva unos 20 años más, según la OCDE. Sin embargo, debido a la naturaleza físicamente exigente de la industria manufacturera, la retención de trabajadores en las fábricas hasta la edad de jubilación seguirá siendo un desafío. Algunas compañías alemanas están utilizando los avances tecnológicos para hacer un hueco a los trabajadores mayores y mantenerlos activos.

Por ejemplo, en la planta de Porsche, en la localidad de Leipzig, se implementan medidas de ergonomía para ayudar a los trabajadores. Generalmente operan en turnos de una hora y rotan de una estación a otra durante todo el día. Toda la fábrica está diseñada con un sistema de semáforos que indica el grado de comodidad ergonómica, por lo que los gerentes pueden programar turnos que garanticen que las distintas partes del cuerpo no se carguen. "El objetivo de la ergonomía no es reaccionar, sino ser preventivo", dice Alissa Frey, especialista en ergonomía de Porsche en Leipzig.

"La rotación entre los diferentes pasos de fabricación ayuda a evitar tensiones en un punto. Además, los ajustes de procesos y componentes, los límites de fuerza, los espacios de trabajo de altura ajustable, los dispositivos de manipulación y los sistemas de soporte, así como un despliegue adecuado de nuestros empleados evitan una sobrecarga física", agrega Frey.

Ahora, si el aumento de la longevidad es una carga o una ventaja depende de cuánto se preparen las sociedades para los desafíos que plantea el envejecimiento de la población, así como de identificar y maximizar sus beneficios. "Los baby boomers representan una nueva generación", dice Coughlin. "Por lo tanto, existe la expectativa de que, aunque ya no son jóvenes, se sienten jóvenes. No solo esperan, sino que en muchos casos exigen nuevos productos, nuevos servicios, nuevas experiencias, para hacer que cada etapa de la vida, si no todos los días, sea un poco mejor".