Concurso fotográfico

Benita Navacerrada

2025 © Álvaro

Benita tenía nueve años en el año 1939 cuando, según algunas fuentes orales, su padre Facundo Navacerrada fue atado a un camión y rociado con gasolina. Le quemaron vivo por haber fundado el sindicato de la UGT en el pueblo. Otras fuentes indican que fue fusilado y enterrado junto demás. Por eso Benita acude cada día, junto a su hija Gema, a los trabajos de excavación para la recuperación de los restos de 107 hombres y una mujer fusilados al finalizar la guerra civil por la tropas sublevadas en Colmenar Viejo, Madrid. “Hasta encontrarlos a todos”, dice. Junto a ella, decenas de miles de familiares de represaliados buscan desde hace años los restos de sus seres queridos abandonados en cunetas y fosas comunes tras ser exterminados.

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Álvaro

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