31/05/2018

La otra cara de la jubilación

La otra cara de la jubilación - Sociedad, Emprendimiento

Para muchos de nosotros, el nirvana de la jubilación es una ilusión. Dura poco tiempo y las expectativas soñadas (dormir hasta tarde, viajar, jugar con los nietos, etc.) a menudo no se ven cumplidas. Aquellos jubilados que han estado solteros, que se han divorciado o enviudado, pronto se sienten bastante aislados. La persona echa de menos a sus compañeros y la actividad mental, a veces sin identificarlo de manera consciente.

En parte, y para llenar este vacío existen hobbies y oportunidades que abren las puertas a nuevos desafíos de aprendizaje y que llenan de sentido la vida de quien se atreve a seguir adelante. Pero no sólo eso, existen incluso programas especializados en educación senior y que son verdaderos oasis en medio del desierto que a veces se convierte esta etapa. Dichos programas a menudo se imparten cerca de una universidad o colegio y están caracterizados por su coste bajo o moderado (aunque hay algunas excepciones). En el proceso, los jubilados seleccionan, desarrollan y administran sus propios aprendizajes, incluidos los universitarios, acompañados de resultados brillantes. Literalmente, esto enriquece la vida en el proceso.

Un jubilado del sector empresarial hablaba sin rodeos de este tema, en una entrevista concedida a un medio de comunicación portugués: "El aprendizaje posterior puede abrir los ojos de las personas a cosas que han deseado durante años, para mí, los temas eran la música clásica y Shakespeare".

Para contrarrestar la monotonía, el entorno de aprendizaje proporciona novedad: nuevos amigos, nuevos intereses, descubrimiento de libertad y el poder de decidir. Después de años de esfuerzos y dificultades, los jubilados que deciden apostar por la educación experimentan una gusto especial en acometer los nuevos retos que ello representa. Los temas de interés pueden ser en materias no controladas por estrictas demandas académicas mientras que, al mismo tiempo, son guiados (a través de la afiliación con la universidad o colegio) por eventos e intereses tradicionales y contemporáneos.

Desde el golf hasta el esquí, aprender nuevos idiomas, música o aprendiendo con las nuevas tecnologías, las personas mayores han demostrado que nunca es demasiado tarde para aprender.

Cosas que hacer

Según The Alzheimer's Association, mantener la mente activa ayuda a reducir el riesgo de enfermedades mentales como la demencia. Podrías dedicarte a un hobby como la pintura o la cerámica. Si deseas desafiarse a tí mismo un poco más, considera aprender un instrumento musical o inscribirse en un programa de educación continua que anteriormente no tenías tiempo para completar. Algunos colegios y universidades ofrecen descuentos especiales para jubilados mayores de cierta edad.

Prueba una nueva carrera: los estudios demuestran que muchos jubilados no están listos para dejar de trabajar y cada vez más optan por una segunda carrera en sus 60, 70 e incluso 80 años. Ya sea que estés consultando o iniciando un negocio, es posible migrar tus habilidades a un trabajo emocionante pero menos exigente. Desde organizaciones benéficas y sin fines de lucro hasta una causa como la educación infantil, busca una actividad que esté alineada con tus intereses y te dará satisfacción.

Viajes: las responsabilidades del trabajo y la familia dejan poco tiempo (y a veces también poco dinero) para viajar. Es por eso que a muchas personas les gustaría pasar la mayor parte de sus años dorados viajando. Para asegurarse de que tienen suficiente dinero para cumplir con sus planes de viaje, algunos jubilados buscan trabajos que les proporcionen ingresos y tiempo libre.

Voluntariado: muchas personas mayores planean realizar algún tipo de actividades de voluntariado en su residencia de retiro o comunidad local. Ya sea que estés enseñando una clase de yoga, leyendo para estudiantes con problemas en aprender o ayudando en una obra de caridad local, es importante determinar qué te gusta hacer y cuánto tiempo y esfuerzo estás dispuesto a ofrecer. Se realista sobre lo que puedes contribuir y también sobre tus expectativas del grupo y las actividades.

Ejercicio: la actividad física ayuda a las personas mayores a mantener la capacidad de vivir de forma independiente y reduce el riesgo de caídas y fracturas de huesos. Las actividades moderadamente intensas y de bajo impacto, como caminar, tienen muchos beneficios para la salud, como bajar el colesterol y la presión arterial. Desde natación y golf hasta bailar, hay muchas maneras de seguir moviéndose y divertirse mientras haces ejercicio.

Lo importante es tener ganas de seguir aprendiendo y disfrutando de una nueva etapa que merece la pena vivir intensamente, aprovechando todo lo que antes no se podía y poniendo “toda la carne en el asador”. Y ya sabes: ¡No te quedes en casa!