24/12/2019

Envejecimiento: cambiando la hoja de ruta

Envelhecimento: mudando o roteiro - Salud, Investigación

Los sistemas sanitarios y sociales de los países desarrollados se enfrentan a un reto: una sociedad que envejece no es necesariamente una sociedad más sana.

La situación es la misma en la mayoría de los países desarrollados del mundo: la esperanza de vida está aumentando rápidamente, mientras que las tasas de natalidad están disminuyendo. Las causas incluyen la creciente prosperidad y los productos farmacéuticos que son cada vez más eficaces. Como resultado, la proporción de personas mayores en la población está aumentando. En muchos casos, un aumento en la edad significa un aumento en el número y la complejidad de las enfermedades, algunas de las cuales también pueden ser crónicas. La demencia, el cáncer, la diabetes, los problemas cardiovasculares, las enfermedades de los órganos respiratorios y los trastornos de la perfusión cerebral son algunas de las muchas enfermedades que a menudo se asocian con la edad.

Las enfermedades crónicas pueden ser muy costosas. Generalmente, la terapia es costosa, ya sea porque se requieren procedimientos costosos o porque las enfermedades crónicas resultan en costos a largo plazo.

Hoy en día, los sistemas de salud de todo el mundo ya se encuentran bajo una enorme presión financiera. Muchos gobiernos están haciendo esfuerzos para contener los costos reduciendo el gasto en hospitales y médicos en la práctica privada, así como en medicamentos.

Para la industria farmacéutica, esto puede traer consigo retos y oportunidades. Si bien existen desafíos en la prestación de servicios a los sistemas de atención de la salud centrados en la reducción de costos, también existe un mercado para nuevas ofertas de servicios, especialmente para aquellos que ayudan a los sistemas de atención de la salud a salir de la crisis financiera en la que se encuentran.

Con el desarrollo de estas ofertas, la industria farmacéutica puede conquistar nuevos territorios, no sólo en el campo tradicional de las sustancias activas, sino también en la prestación de servicios de asistencia sanitaria y tratamiento para los ancianos y los enfermos.

Por lo tanto, las empresas deben tratar de desviarse del camino trillado de las terapias y estrategias comunes, y deben tratar de abrir nuevos caminos. La industria necesita una nueva visión y nuevos modelos de negocio que complementen los actuales.

Estos modelos de negocio deben centrarse en la provisión de nuevos métodos de detección precoz y prevención de enfermedades. Particularmente con respecto a las enfermedades relacionadas con la edad, es importante anteponer la prevención a los tratamientos, a menudo desagradables y costosos.

A la hora de buscar oportunidades de crecimiento, la industria farmacéutica debería centrarse también en tecnologías pioneras para la recopilación, el análisis y la interpretación de datos. Porque para las empresas farmacéuticas, el acceso a los datos es esencial, tanto como indicador de la eficacia de sus productos, como ayuda en la toma de decisiones estratégicas. Los nuevos modelos matemáticos de adquisición de datos proporcionan enfoques útiles para una determinación más precisa de las tendencias de la enfermedad, así como para medir la eficacia terapéutica.

La urgencia de abordar todas estas tareas se pone de manifiesto en la evolución real de la esperanza de vida. Estadísticamente, los nacidos en Alemania en 1970 tenían una media de 67,2 (hombres) o 73,4 (mujeres) años por delante. Diez años más tarde, esta cifra ya había aumentado a 69,6 y 76,3 años respectivamente. Y los niños nacidos en 2015 alcanzarán los 78,4 años de edad, mientras que las niñas alcanzarán los 83,4 años de edad.

Vivir en Suiza parece ser aún más saludable. Los hombres nacidos en 1981 podían esperar 72,4 años por delante de ellos, mientras que las mujeres podían esperar 79,2 años. En 1991, la esperanza de vida de los hombres ya era de 74,1 años; la de las mujeres, de 81,2 años. Para 2015, los pronósticos habían mejorado una vez más a 80,7 años para los hombres y 84,9 años para las mujeres. Las curvas de esperanza de vida son, por lo tanto, bastante dinámicas.

Para los gobiernos, las compañías de seguros de salud, las clínicas de investigación y la industria farmacéutica, esto resulta en una tarea primordial: minimizar el número de años en los que las personas se ven obligadas a vivir con una o varias enfermedades. Existe información específica sobre esto en Japón, donde se lleva a cabo una investigación intensiva sobre el envejecimiento. En promedio, los hombres japoneses sufren de al menos una enfermedad grave durante sus últimos nueve años de vida, mientras que las mujeres sufren de al menos una enfermedad grave durante sus últimos doce años de vida.

Incluso una reducción aparentemente menor de seis a diez meses en este período proporcionaría un alivio tangible a los presupuestos sanitarios y sociales. El Gobierno japonés ha concentrado sus esfuerzos en las áreas de geriatría que representan los mayores costos: enfermedades crónicas, como la demencia, el cáncer, la diabetes y la osteoporosis.

Las personas que padecen enfermedades crónicas a menudo requieren prescripciones frecuentes y contacto regular con los médicos, así como visitas al hospital, operaciones y un servicio de atención hasta e incluyendo cuidados paliativos. La industria farmacéutica puede contribuir a la gestión de estos problemas de diversas maneras. La investigación de nuevos fármacos para las enfermedades mencionadas y otras enfermedades relacionadas con la edad, incluyendo la pérdida de audición y visión, seguirá siendo la base de la industria. Sin embargo, más allá de la investigación farmacológica tradicional, también existen enfoques muy prometedores e innovadores de la geriatría en disciplinas relacionadas, como la biomedicina, por ejemplo, en el área de la medicina preventiva o regenerativa.

Estas formas de servicio pueden beneficiar tanto a la propia industria farmacéutica como a los pacientes individuales. Ya existen proveedores que recopilan datos de salud de clientes individuales de forma continua con el fin de obtener sugerencias de comportamiento y de toma de decisiones para el cliente, a la vez que recopilan datos científicos generales. Otros enfoques innovadores en el universo digital incluyen la gamificación (uso de elementos similares a los juegos en contextos ajenos a los juegos), la bioelectrónica y la inteligencia artificial.

En una fase posterior, la industria -junto con los socios- podría entrar plenamente en el negocio de los servicios. Los dispositivos médicos innovadores, las nuevas formas de diagnóstico in vitro y la telemedicina podrían abrir oportunidades completamente nuevas para la atención domiciliaria. El Gobierno del Japón está atribuyendo especial importancia a este ámbito de trabajo. De acuerdo con sus conocimientos basados en la investigación, muchas personas mayores sólo necesitan un apoyo mínimo para poder seguir viviendo de forma independiente.

Si las compañías farmacéuticas quieren participar en esta expansión del negocio de la atención a la tercera edad, necesitarán nuevos modelos de negocio que incluyan asociaciones que les permitan aprovechar competencias que no se encuentran actualmente en la industria. Y tendrán que adoptar una innovación que vaya más allá de la investigación farmacéutica tradicional.