¿Es la ciencia nuestro Santo Grial?
Los humanos siempre hemos estado obsesionados con la capacidad de vivir para siempre. Las culturas de todo el mundo tienen mitos sobre el logro de la inmortalidad. Generaciones de chinos nos hablan de un mortal llamado Chang'e bebiendo el elixir de la vida y convirtiéndose en un dios en la luna, mientras los antiguos griegos nos han dejado poemas sobre Tithonus suplicándole a Zeus que tuviera inmunidad de la muerte.
Una de las primeras obras de la literatura, el Poema de Gilgamesh, se centra en la búsqueda de un héroe para la inmortalidad. En algunas tradiciones, la inmortalidad fue otorgada por los dioses mismos. Según los antiguos, los secretos de la inmortalidad podrían encontrarse dentro de la Tierra, en la Luna o incluso en tu jardín…
Las quimeras de la inmortalidad
La fuente de la juventud
En diversas culturas y mitologías, hay siempre el relato de aguas milagrosas con poderes de rejuvenecer o conceder la inmortalidad a quien tuviera la oportunidad de beber o bañarse en esos mares y ríos. Uno de los cuentos más conocidos a este respecto es del explorador español Ponce de León, que supuestamente buscó a dicha fuente de la juventud en sus viajes por América en la época del Renacimiento. No hay documentos oficiales sobre la expedición de ese explorador, mucho menos pruebas de que él haya encontrado algo similar a un rejuvenecedor natural hecho de aguas cristalinas.
Amrita, Ambrosía, Soma y Néctar
Existen muchas referencias a Amrita y Soma a través de textos hindúes, zoroastrianos e indoeuropeos. Ambrosía, el alimento de la inmortalidad de los dioses griegos, es análogo a Amrita. Científicos, historiadores y chamanes han especulado sobre la identidad de la planta de Amrita. Debido a las experiencias espirituales asociadas con el consumo de Soma, generalmente se supone que son enteógenas, produciendo un estado alterado de conciencia.
Metales y Minerales
La idea de ingerir metales líquidos para la longevidad está presente en las tradiciones alquímicas desde China hasta Mesopotamia y Europa. La lógica de los antiguos sugería que consumir algo impregnaba el cuerpo con las cualidades de lo que se consumía. Como los metales son fuertes y aparentemente permanentes e indestructibles, era racional que quien comiera metal se volviera permanente e indestructible. El mercurio fascinó a los antiguos alquimistas. Se dice que varios consumieron "oro líquido" o "gotas blancas" para lograr la inmortalidad. Historias como esta obsesionaron a los alquimistas antiguos y medievales que buscaban suspender el oro en un estado líquido bebible o fundir oro y mercurio.
La piedra filosofal y el elixir de la vida
El objetivo principal de todos los alquimistas medievales fue la creación de la Piedra Filosofal. Los esfuerzos para descubrir la Piedra se llamaron la Magnum Opus, o Gran Obra. Se dice que la Piedra Filosofal convierte metales básicos como el plomo en metales preciosos como el oro y la plata. También produce la inmortalidad. En algunas leyendas, la posesión de la Piedra por sí sola otorga una vida sin fin. En otros, la Piedra se usa para sintetizar el Elixir de la Vida. La Piedra Filosofal simboliza la perfección, la iluminación y la bienaventuranza.
El Santo Grial
Una de las piezas de la mitología cristiana más polémica y rodeada de misterio, el Santo Grial es considerado por muchos como la copa que Jesús utilizó en la última cena, y se convirtió en una de las reliquias buscadas en todo el mundo. Se cree también que el Santo Grial fue usado por José de Arimatea para recoger la sangre de Cristo mientras él estaba en la cruz. Es, sin embargo, en la leyenda arturiana que el Cáliz Sagrado asume una representación de inmortalidad a través de Galahad. Los Caballeros de la Mesa Redonda tenían la misión de encontrar el Santo Grial, y Galahad, por su pureza y piedad, es considerado el único que realmente alcanza la copa mitológica. Sir Galahad es llevado a los cielos al encontrar el Cáliz Sagrado, y la leyenda cuenta que conquistó la inmortalidad por su hecho.
De vuelta al siglo XXI
Leyendas aparte, parece que ahora más que nunca existe una tendencia real en torno al tema de la longevidad, o incluso la inmortalidad. Hay multimillonarios en los Estados Unidos gastando miles de millones de dólares en cómo cambiar nuestra biología para vivir más tiempo y algunos para siempre.
Pero vamos por partes ¿es posible vivir para siempre? El potencial de vivir más es una cosa, pero ¿qué pasa con el potencial de vivir para siempre? ¿de ser inmortal? Es importante señalar que estas investigaciones no están dirigidas a erradicar el tipo de muertes que consideramos trágicas, el tipo de enfermedad cruel que acorta la vida de un niño, o una enfermedad controlable, como la malaria, que afecta desproporcionadamente a partes de la población humana. El objetivo de la investigación de la longevidad es aumentar drásticamente la vida humana.
Los misterios que rodean cómo y por qué envejecemos no están del todo claros. Algunos expertos creen que el proceso de envejecimiento biológico es causado por el encendido y apagado de ciertos genes, otros que son las mutaciones genéticas que ocurren y se acumulan con el aumento de la edad que causan el deterioro celular y molecular.
En cualquier caso, los esfuerzos para retrasar el envejecimiento están en el punto de mira de muchos científicos, como los españoles Juan Carlos Izpisua o María Blasco Marhuenda, que enfocan sus investigaciones a buscar las respuestas que nos digan por qué envejecemos y cómo, con eso, podemos curar las enfermedades relacionadas con el envejecimiento o del reconocido gerontólogo Aubrey de Grey y de su Fundación SENS, que nos ha dejado frases como “pensar que podemos vivir 1000 años es una cifra conservadora”.
La pregunta que se coloca entonces es ¿será la ciencia nuestro Santo Grial?