El futuro no tiene edad
¿Cómo se define a una persona "mayor"? Resulta que la respuesta varía según la edad. Si tienes menos de 30 años, los estudios muestran que es probable que digas que la vejez comienza a los 60 años. Si tienes entre 40 y 50 años, podrías decir 70. Si tienes 60 o 70 años, tu definición de "mayor" podría ser 74 o más.
Resulta que tendemos a sentirnos más jóvenes a medida que envejecemos y son los marcadores del estilo de vida en la edad más adulta que nos hacen cambiar de perspectiva a medida que envejecemos. Aunque la mayoría de los jóvenes de 18 a 29 años dicen que olvidar los nombres es un signo de vejez, menos del 50 por ciento de los mayores de 29 años lo consideran un signo de envejecimiento. Tener nietos también es algo que los jóvenes ven como una característica "vieja", pero los individuos mayores no lo ven así. El número de años que hemos vivido, al parecer, no es necesariamente un indicador confiable de cómo hemos envejecido.
Hoy en día, nuestra percepción de la edad está cambiando más que nunca. Gracias a los avances de la ciencia, la medicina y la tecnología, es posible que vivamos más tiempo, muy por encima de los 70, 80 e incluso 90 años, y, en consecuencia, tendremos que seguir redefiniendo lo que significa ser "mayor". Estos avances también presentan una oportunidad para empezar a pensar en un futuro no muy lejano en el que el envejecimiento no signifique perder vitalidad y funcionalidad física, mental y emocional, sino mantenerla o incluso ganarla como miembros de una nueva generación haciendo contribuciones significativas a la sociedad.
El futuro de nuestra salud física
Muchos de nuestros hábitos cotidianos podrían ya estar contribuyendo en gran medida a mantener la salud a largo plazo. Hemos visto un mayor énfasis en la salud y el bienestar en nuestra sociedad, y los millennials lideran el camino. Estos han cambiado sus hábitos para comer de manera más saludable, y la mayoría hace ejercicio por lo menos una vez a la semana. Pero eso no significa que las generaciones mayores no estén preocupadas por la salud también. Muchos Baby Boomers ponen el mismo énfasis en los atributos de salud de los alimentos que sus contrapartes millennials, por ejemplo.
Además, hay un número creciente de avances médicos que abordan las afecciones físicas a menudo asociadas con la vejez. Los investigadores están buscando formas de ralentizar el proceso fundamental de envejecimiento y disminuir su impacto. Tomemos como ejemplo el agotamiento de las células madre, que ocurre cuando las células madre pierden su capacidad de dividirse, causando la degeneración de los tejidos, entre otras cosas. Algunos estudios han identificado el rejuvenecimiento de las células madre como un posible mitigador de algunos de los inevitables subproductos físicos del envejecimiento.
Es demasiado pronto para saber qué avances científicos darán sus frutos, sin embargo, muchos de nosotros podemos esperar beneficiarnos de las nuevas tecnologías y tratamientos diseñados para ayudarnos a mantener la movilidad y la funcionalidad durante más tiempo, con el fin de vivir nuestras vidas como queramos durante más tiempo del que jamás hubiéramos creído posible.
El futuro de nuestra salud mental
A medida que envejecemos, muchas personas necesitarán considerar sus opciones de vivienda. Según el Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos, más de 1,4 millones de personas están en residencias, pero una abrumadora mayoría de estas personas mayores puede preferir "envejecer en el lugar", en casa o en sus comunidades. Hay una explosión de nuevos experimentos con opciones de vivienda para adultos mayores que sólo continuarán creciendo a medida que la curva de la población aumente.
Las limitaciones físicas asociadas con la vejez pueden hacer que vivir en casa sea un reto, pero también lo es el deterioro cognitivo. Las habilidades cognitivas como la memoria y la velocidad de procesamiento pueden deteriorarse gradualmente a medida que envejecemos, por lo que recordar tomar medicamentos recetados, por ejemplo, puede suponer un gran reto para las personas mayores.
El futuro de nuestra salud emocional
Además de la salud física y mental, un sentido de satisfacción emocional es fundamental si queremos vivir bien a medida que envejecemos. Los investigadores han encontrado que un sentido de propósito en la vida puede retrasar algunos aspectos del proceso de envejecimiento. Se encontró que los participantes del estudio que reportaron una sensación de propósito mantuvieron su agarre de manos y velocidad al caminar (dos indicadores comunes de funcionalidad que pueden disminuir con la edad) mejor que aquellos que se sintieron menos comprometidos.
Y debido a que podemos estar viviendo más tiempo, podemos tener más tiempo para perseguir nuestro propósito. Los especialistas en edad han identificado una etapa de la vida completamente nueva, llamada gerontolescencia, que se define como la edad de 50 a 75 años. Cada vez son más los adultos que viven esta fase de autodescubrimiento e identificación como una especie de "segunda adolescencia". Para algunos, esto podría significar nuevas carreras o la búsqueda de pasatiempos inactivos.
En lugar de centrarse en los aspectos limitantes del envejecimiento, ver las posibilidades, ya sea que sea el momento de empezar una nueva carrera, perseguir una causa o simplemente pasar más tiempo con la familia, puede ayudar mucho a mantener la salud emocional y la salud física y mental en el proceso.
Los científicos, investigadores y tecnólogos están en la primera línea de la exploración de lo que significa ser mayor, ayudándonos a encontrar maneras de vivir una vida más sana y plena. Pero también podemos participar como individuos, repensando activamente nuestra propia percepción del envejecimiento y aprovechando las oportunidades que ofrece.
No olvidemos que el envejecimiento es un denominador común en todo el mundo y, aunque todavía hay muchas incertidumbres en el horizonte del envejecimiento, podemos tomar medidas ahora para asegurarnos de que la vejez no signifique simplemente vivir mucho, sino vivir bien.