01/04/2020

¿Ser mejores consumidores de salud cambiará la forma en que envejecemos?

¿Ser mejores consumidores de salud cambiará la forma en que envejecemos? - Salud, Sociedad

El mundo está envejeciendo, en gran parte gracias a las mejoras en la esperanza de vida de los mayores de 60 años. Las sociedades de todo el mundo han hecho grandes progresos en el alargamiento de la vida, pero luchan por lograr una salud de por vida generalizada. Las “enfermedades del envejecimiento” afectan a la calidad de vida de las personas mayores y a los amigos y familiares que las cuidan.

La prevención y el acceso temprano a la atención médica son claves para controlar los costes asociados con estas enfermedades. Ambas requieren la participación activa de los consumidores individuales de salud y un cambio de mentalidad que haga hincapié en el bienestar durante toda la vida, y no simplemente en la ausencia de enfermedades.

El bienestar es multidimensional, incluyendo componentes físicos, sociales y materiales. Las nuevas innovaciones digitales y genéticas resultarán algún día en soluciones dirigidas a atrapar las enfermedades antes de que se manifiesten. Esta integración de información y conocimientos se utilizará para construir una mentalidad de prevención en la forma en que las personas piensan y se comprometen con la salud, profundizando nuestra comprensión de los riesgos de salud a nivel personal.

Aunque es emocionante, esta capacidad de interceptar la enfermedad está todavía temporalmente distante. En el término más inmediato, hay varias maneras en que las tecnologías existentes o a corto plazo pueden contribuir a una salud de por vida y optimizada personalmente.

Mantenimiento de la salud

Ya existen dispositivos y sensores médicos que pueden monitorear el estado de salud y reunir los datos que alimentarán la intervención previa a la enfermedad mañana. Estos dispositivos inteligentes crean bucles de retroalimentación positiva para dar un empujón a los individuos con la información, el indicio o la intervención adecuados en el momento exacto para mantener la salud.

Estas tecnologías cumplen una serie de funciones, pero muchos de estos dispositivos están diseñados pensando en los jóvenes activos, vendiendo la idea de que hay un atleta en todos nosotros. El énfasis en el rendimiento óptimo, a nivel individual, es un enfoque mal utilizado para el bienestar de los ancianos.

Manejo de enfermedades crónicas

Si bien los datos generados por los consumidores ayudarán algún día a generar un panorama más claro del riesgo individualizado de enfermedades crónicas, existen oportunidades inmediatas para que la tecnología mejore la vida de las personas con enfermedades crónicas.

Las soluciones existentes, como las historias clínicas electrónicas que proporcionan apoyo a la toma de decisiones clínicas y la vigilancia a distancia, están doblando la curva de costes, incluso a medida que aumentan el acceso y la prestación de cuidados de alto nivel. Del mismo modo, las soluciones que mejoran los conocimientos sanitarios proporcionan información "justo a tiempo" adaptada a los objetivos, el estilo de comunicación y la situación particular de cada persona.

Conexión

La falta de conexión con otras personas, y con el mundo en general, tiene enormes efectos en la salud y la mortalidad. Ampliamente reconocidas como un problema para los adultos mayores, muchas organizaciones han centrado sus esfuerzos de apoyo en ofrecer oportunidades para un mayor compromiso social, incluso mientras prestan otros servicios muy necesarios, como comidas o medicamentos.

Experiencia del usuario

Las nuevas tecnologías tienen que ser utilizadas para tener éxito. Esto significa que tienen que tener un diseño centrado en el usuario, un bajo requerimiento de aprendizaje, beneficios aparentes inmediatos y la flexibilidad para atender una variedad de necesidades. 

Oportunidades y escollos en la participación de los consumidores

A fin de dar cabida a las variables humanas, la variación de los niveles de compromiso, participación e incentivo para disponer, utilizar y adquirir tecnología, entre otros, es preciso tener en cuenta una serie de factores para asegurar una participación positiva con los consumidores:

1.  Comprender nuestras decisiones

Aunque nuestras decisiones se basan en reglas, no siempre son estrictamente racionales. En términos prácticos, eso significa que es más probable que digamos "sí" a la panadería que al gimnasio, o que descartemos los beneficios para la salud de dejar de fumar si somos fumadores.

Buscamos protegernos de las pérdidas incluso a costa de obtener una ganancia. Como individuos, también tenemos diferentes tolerancias para el riesgo y la incertidumbre. 

2.  El bienestar como trayectoria

La salud es un enfoque de por vida en el bienestar. Pero una vida es demasiado larga y el bienestar es un objetivo demasiado abstracto para que podamos responder de manera sostenida. Para promover comportamientos saludables, los individuos y sus equipos de cuidado pueden enfocarse en pequeños cambios de comportamiento que sean sostenibles. En conjunto, la gente es muy mala para cambiar conductas a menos que haya una métrica discreta o una pauta contra la cual medir.

3.  Los incentivos adecuados

Proporcionar las guías correctas para el camino de la salud de un individuo requiere una comprensión de sus objetivos personales y su motivación. Los incentivos aparentemente obvios, como las recompensas financieras por la pérdida de peso, pueden no ser suficientes. De hecho, dado que los seres humanos están generalmente mal equipados tanto para planificar el futuro como para mantener el autocontrol, es fundamental contar con incentivos adecuadamente diseñados que pesen más los costos actuales que las ganancias futuras.