14/06/2018

¿Son las ciudades inteligentes la solución?

¿Son las ciudades inteligentes la solución? - Emprendimiento, Sociedad

¿Te acuerdas de la famosa frase de John F. Kennedy “pregúntate ¿qué puedes hacer tú por tu país?” Pues en los tiempos que corren la podemos parafrasear en el sentido que parece prevalecer: "No es lo que tu ciudad puede hacer por ti, es lo que tú puedes hacer por tu ciudad”.  De momento no se sabe si son o no la solución, pero lo que se proponen es, por lo menos, un paso hacia el futuro.

En todo el mundo, los gobiernos están haciendo las ciudades "más inteligentes" mediante el uso de datos y tecnología digital para construir entornos urbanos más eficientes y habitables. Con el crecimiento de las poblaciones urbanas las llamadas “smart cities” estarán mejor preparadas para gestionar cambios rápidos, si necesario.

La salud pública, por ejemplo, es un área donde las pequeñas inversiones en tecnología pueden aportar grandes beneficios a los grupos “débiles”. En el mundo en desarrollo, las enfermedades prevenibles representan una parte desproporcionada de la carga de enfermedades y cuando los datos se usan para identificar grupos demográficos con perfiles de riesgo elevados, se llevan a cabo campañas de mensajería móvil que pueden transmitir información de prevención vital,  se utilizan las llamadas intervenciones de "m-health" (mobile health) en temas como vacunas, sexo seguro y cuidado prenatal y postnatal, se ha demostrado que se pueden mejorar los resultados de salud y reducir los costes de atención médica.

Otra área para la innovación es el desarrollo de tecnologías que ayudan directamente a las personas mayores. Cada vez más ciudades apuestan por ofrecer consultas de telemedicina y vídeo a sus adultos mayores que no pueden desplazarse fácilmente para una consulta. De acuerdo con la investigación del McKinsey Global Institute, estas soluciones pueden mejorar la salud, la seguridad, el medio ambiente y otras medidas de calidad de vida en un 10/30 por ciento.

Desafíos de la población que está envejeciendo

Que el envejecimiento de la población cambiará la forma en que trabajamos y vivimos ya lo sabemos. El tiempo para poner nuestra jubilación en piloto automático ha terminado. Los planes de pensión y los ahorros de años de trabajo no serán suficientes para los nuevos trabajadores jubilados, o así lo auguran las previsiones. Estamos siendo testigos de un nuevo fenómeno. Los trabajadores jubilados enfrentarán nuevos desafíos y necesitarán la ayuda de la tecnología para evitar ser excluidos de la sociedad.

En el futuro, seremos más saludables, viviremos más tiempo y, desafortunadamente, para muchos, con pocos ahorros para vivir en los centros urbanos. Eso significa que las ciudades tendrán que invertir más para crear nuevos empleos, capacitar a los jubilados y promover lugares de trabajo flexibles porque muchos trabajadores de más edad quieren más libertad y flexibilidad que cuando trabajan a tiempo completo.

Muchas personas mayores se ofrecen como voluntarios, por lo que la próxima oleada de jubilados podría dejar un ejército de voluntarios para promover el bien público. Las smart cities deben alentar la creación de nuevos servicios híbridos en torno a datos de sensores y open data para cumplir con éxito este desafío masivo.

Empresas como Uber, Airbnb, muestran que es posible innovar y crear nuevos empleos parciales. Las tecnologías en estas ciudades inteligentes permitirán la creación de muchos servicios nuevos (comercio, sanidad, seguridad, turismo, etc.) y es hora de que las empresas piensen en términos de trabajadores jubilados y no solo como consumidores.

Ahora bien, ¿cómo pueden los trabajadores jubilados ayudar a mantener y mejorar los servicios de las ciudades inteligentes?

No toda la responsabilidad pertenece a gobiernos municipales o empresas privadas. Algunos trabajadores jubilados tienen las habilidades y activos (hogares inteligentes, teléfonos inteligentes, automóviles conectados, ...) que pueden ser monetizados en los servicios de las nuevas ciudades inteligentes, y la mayoría estará dispuesta a aprender y aceptar nuevos empleos para evitar secumbir al aburrimiento y la monotonia.

Top smart cities - Ejemplos a seguir

Singapur

Singapur, uno de los grandes centros financieros del mundo, y podría decirse que es la smart city más inteligente en este momento. La ciudad lidera el mundo con su integración de tecnología inteligente y tiene el noble objetivo de convertirse en la primera nación inteligente del mundo.

Casi todos los aspectos de la ciudad se supervisan a través de sensores proporcionados por compañías privadas para absorber cantidades asombrosas de datos. Esta información es monitoreada por un programa conocido como Virtual Singapore que permite a las autoridades encontrar las formas más efectivas para administrar la ciudad.

Estos sistemas abarcan desde iniciativas más típicas de ciudades inteligentes como monitores de estacionamiento, iluminación eficiente y eliminación de desechos hasta sistemas nuevos e innovadores, como sensores desplegados voluntariamente en centros de cuidado para personas mayores que alertarán a las familias si sus familiares dejan de moverse por demasiado tiempo.

Barcelona

En los últimos años, Barcelona ha estado afrontando los problemas del envejecimiento de la población y el gobierno de la capital catalana siempre ha encontrado nuevas formas de impulsar la infraestructura de la ciudad y crear nuevos puestos de trabajo.

Barcelona emplea sistemas inteligentes de estacionamiento y tráfico para monitorear la congestión, pero la ciudad también es increíblemente eficiente. Disfruta de un nivel de sol mucho más alto que muchas otras ciudades desarrolladas y aprovecha al máximo eso. En 2000, la Ordenanza Solar Térmica de Barcelona exigía que todos los edificios grandes produjeran su propia agua caliente y en 2006 se convirtió en un requisito para utilizar calentadores de agua solares.

También cuenta con uno de los sistemas de transporte público más limpios del mundo con su flota de autobuses híbridos, así como su iniciativa de ciclismo inteligente “Bicing” que da acceso a más de 400 estaciones de bicicletas mediante una suscripción anual o mediante pagos telefónicos. La ciudad ha simplificado su sistema de gestión de residuos mediante el despliegue de tubos neumáticos debajo de los contenedores de basura de la ciudad que eliminan la necesidad de camiones de disposición grande.

Varias aplicaciones también se pueden utilizar para ayudar con la vida cotidiana; la aplicación Transit utiliza cámaras de tráfico en vivo para ayudar a navegar a lo largo de la ruta de despeje y Bustia Ciutadana actúa como una línea de servicio al cliente para la ciudad con la que los ciudadanos pueden presentar quejas sobre baches y luces rotas. Todos estos datos se envían a una ubicación central para ayudar a la ciudad en el futuro.

Londres

A medida que Londres continúa creciendo y envejeciendo, los problemas con su infraestructura son muy claros: una enorme congestión, un sistema de metro anticuado y un gran problema de emisiones. La tecnología inteligente está ayudando a reducir estos problemas para mover la ciudad en una dirección más productiva.

Se estima que la población de Londres crecerá en otro millón de personas en los próximos diez años y se espera que supere la marca de 10 millones para el 2030. Si estos problemas siguen sin resolverse, causarán dificultades asombrosas para sus habitantes. Afortunadamente, las iniciativas inteligentes como la prueba de sistemas eléctricos para compartir bicicletas y más de 300 espacios de estacionamiento inteligentes para monitorear el estacionamiento están comenzando a tener un efecto positivo.

Londres actualmente tiene planes para ser parte de esto invirtiendo en esquemas que permitan que el río Támesis se convierta en una fuente de energía renovable al usarlo para calentar hogares, reduciendo la necesidad de calderas, proporcionando una mejor calidad del aire y menores facturas de energía para los residentes.

La ciudad también tiene la intención de comenzar a instalar paneles solares en las casas en un esfuerzo por proporcionar un aumento en la energía verde. La red eléctrica se gestionará digitalmente para maximizar su eficiencia, reduciendo las emisiones de carbono y los costos de los servicios públicos en toda la ciudad.

Estas nuevas iniciativas y otras similares deberían ayudar a mantener a Londres en el grupo de las ciudades más inteligentes por algún tiempo.