Un modelo innovador: la atención domiciliaria basada en las relaciones
"La pobreza más terrible es la soledad, y el sentimiento de no ser amado." - Madre Teresa
Una de las epidemias más urgentes, costosas y de rápido crecimiento hoy en día sigue siendo en gran parte invisible: la soledad entre los mayores. Millones de adultos mayores en todo el mundo están luchando con un aislamiento doloroso y prolongado, lo que conduce a una mala salud mental, al deterioro de la calidad de vida y a unos costes sanitarios insostenibles. A medida que se acelera el envejecimiento de la población mundial, estos impactos amenazan con alcanzar niveles catastróficos.
Sin embargo, un nuevo modelo de atención a los adultos mayores ofrece una solución potencial y ampliable. Llamada atención domiciliaria basada en las relaciones, este enfoque podría ser la clave para mantener a las personas sanas, activas y socialmente comprometidas.
La epidemia de soledad
La población mundial está envejeciendo a una escala sin precedentes, y se prevé que el número de personas mayores de 60 años se duplique hasta superar los 2.000 millones en 2050. Aunque esta longevidad generalizada es milagrosa, demasiadas personas mayores están solas y aisladas. Más de un tercio de los estadounidenses mayores dicen que están solos, mientras que se prevé que el número de personas mayores solitarias en el Reino Unido aumente un 49% para el 2025. En China, si las tasas actuales continúan, habrá más de 90 millones de personas mayores solitarias para el 2050. La historia es la misma en países de todo el mundo.
Esta es una crisis de salud pública. La soledad tiene un grave efecto en el bienestar mental y físico de los adultos mayores, el equivalente a fumar 15 cigarrillos al día. A menudo conduce a desafíos de salud mental no reconocidos, mal comprendidos y no abordados, y aumenta el riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas y otras condiciones crónicas que amenazan la vida. Estos efectos sobre la salud también generan costos cada vez más insostenibles para las familias, los sistemas de salud y los gobiernos.
Necesitamos urgentemente nuevas soluciones para mantener a los adultos mayores socialmente comprometidos. Se están realizando varios esfuerzos prometedores, como la Campaña del Reino Unido para poner fin a la soledad, el Decenio del Envejecimiento Saludable de la OMS y la labor del Foro Económico Mundial en materia de salud mental. Sin embargo, la escala de la crisis exige un mayor enfoque y acción, aprovechando los esfuerzos existentes para encontrar y aplicar nuevas soluciones.
Un modelo innovador: la atención domiciliaria basada en las relaciones
Para hacer frente a esta epidemia mundial, necesitamos soluciones que puedan ser escaladas para el vasto número de adultos mayores hoy y en el futuro. Cada vez más, la atención domiciliaria basada en la relación se reconoce como una solución para un demográfico que envejece.
En este modelo, un cuidador profesional y capacitado proporciona una atención y un acompañamiento altamente personalizados en el hogar de una persona mayor, con actividades organizadas en torno a las necesidades e intereses de la misma, así como incorporando las necesidades de la familia del receptor del cuidado. En lugar de que el cuidador se concentre en una tarea específica, la atención basada en la relación se centra en beneficios más amplios. Específicamente, promueve la independencia, asegurando el bienestar físico y emocional y apoyando el monitoreo y la evaluación continua de las necesidades del individuo. Este modelo de atención no sólo apoya a los ancianos, sino que también proporciona apoyo a los cuidadores familiares. Estas ventajas hacen de la atención domiciliaria un enfoque eficaz, escalable y rentable para luchar y prevenir la soledad y apoyar la salud mental de las personas mayores.
Otros enfoques para romper la soledad
Fuera de la atención basada en las relaciones, los interesados de todo el mundo están empezando a ver la necesidad de adoptar enfoques innovadores para luchar contra la soledad en las personas mayores. El Gobierno de Singapur utiliza la jardinería y desde 2017 ha puesto en marcha un plan de huertos, con la intención de que estas parcelas compartidas fomenten unos lazos sociales más estrechos. Kay Pungkothai, jefe de jardinería comunitaria de la Junta de Parques Nacionales del gobierno, cree que los jardines son "un 'kampung' moderno en el que la gente se reúne, tiene un espacio comunitario al que puede acudir y espera llegar... realmente aborda el tema del aislamiento y la depresión".
La Villa de Jubilación Humanitas, ubicada en los Países Bajos, utiliza la vida intergeneracional para hacer frente a la soledad de las personas mayores. Este programa ofrece alojamiento y comida gratis a estudiantes universitarios a cambio de 30 horas de su tiempo cada mes, que se pasan interactuando y proporcionando compañía a sus residentes mayores.
La comunidad mundial debe seguir innovando en torno a la epidemia de la soledad en la tercera edad y centrarse más en ella como elemento clave de la salud mental.
Los líderes de todo el mundo y todas las partes interesadas que participan en la atención a las personas mayores deben comenzar a escalar soluciones eficaces para poner fin a la epidemia de la soledad. Juntos podemos aprovechar la oportunidad de la conexión humana para mejorar los resultados de la salud de los ancianos, prolongar la vida, reducir los costos y, en última instancia, abordar uno de los principales desafíos de salud mental del siglo XXI.