Préstamo del latín científico neurologia, término acuñado en 1664 por el médico británico Thomas Willis (1621-1675), a partir de los formantes neuro-, del griego neuro- (νεῦρο-) 'sistema nervioso' y -logia, de -logía (-λογία) 'estudio'.
Esta especialidad médica analiza la estructura, función y desarrollo del sistema nervioso central y periférico tanto en estado normal como patológico. En su seno, por tanto, se desarrolla todo lo relativo a la prevención, diagnóstico y tratamiento de los trastornos del cerebro, médula espinal y nervios periféricos, tales como enfermedades circulatorias, degenerativas, tumorales, infecciosas, toxicológicas, procesos dolorosos, etc.
«La palabra favorita de la neurología es "déficit", que indica un menoscabo o incapacidad de la función neurológica: pérdida del habla, pérdida del lenguaje, pérdida de la memoria, pérdida de la visión, pérdida de la destreza, pérdida de la identidad y un millar de carencias y pérdidas de funciones (o facultades) específicas. Tenemos para todas estas disfunciones (otro término favorito) palabras negativas de todo género — afonía, afemia, afasia, alexia, apraxia, agnosia, amnesia, ataxia— una palabra para cada función mental o nerviosa específica de la que los pacientes, por enfermedad, lesión o falta de desarrollo, pueden verse privados parcial o totalmente» (Sacks, 1970/1987: 21).
«Por supuesto el cerebro es una máquina y un ordenador: todo lo que dice la neurología clásica es válido. Pero los procesos mentales, que constituyen nuestro ser y nuestra vida, no son sólo abstractos y mecánicos sino también personales... y, como tales, no consisten sólo en clasificar y establecer categorías, entrañan también sentimientos y juicios continuos» (Sacks, 1970/1987: 41).
Parte de la medicina que se ocupa del estudio de las enfermedades que afectan al sistema nervioso.