Silver Economy es poner el foco, desde los poderes públicos y empresas privadas, en el hecho incontrovertible de la longevidad que, muy específicamente en España, nos obliga a considerar (al definir políticas, gamas de productos y servicios, en todas las actividades) que hay muchas personas mayores, con necesidades específicas. Sus familias también tienen necesidades condicionadas por la longevidad.
En una sociedad longeva, con muchas personas sénior (la Comisión Europea estima que en Europa, en 2060, una de cada tres personas tendrá más de 65 años y, además, la ONU, en su informe ‘Perspectivas de la Población Mundial’, prevé que el número de personas mayores (60 años o más) se habrá duplicado para el año 2050), se hace imprescindible ser “amigable” con la edad.
Sénior Friendly es evidenciar un “edadismo positivo” y, aplicado a personas, entidades, productos y servicios, proyectos, etc., trabajar la atractividad y las promesas (luego, cumplidas) de empatía con la persona mayor. En definitiva, hacer un guiño a las personas mayores de complicidad, de afinidad, de generación de confianza y de promesa de bienestar desde la comprensión.
En general, los objetivos son, por un lado, proporcionar una vida saludable (a partir de la práctica de ejercicio, dietas saludables, rutinas que rompan con el estrés, etc.) a los sénior y, por otro lado, facilitar su vida en comunidad, a través de su integración en grupos intergeneracionales que promuevan y apoyen dichas buenas prácticas. No se trata de construir guetos, sino entornos intergeneracionales, donde las personas, independientemente de su edad, conviven, hacen ejercicio, encuentran situaciones propicias para hacer amistad y convivir, transitando por la vida juntos, sin edadismo, sin prejuicios. Es necesario promover la solidaridad entre generaciones y promover la imbricación de los mayores en la vida social, en todos los órdenes: eso es sénior friendly.
Actualmente, ya existe una certificación sénior friendly para entidades otorgada por Saluus. Es la única certificación internacional de calidad que hace visible la excelencia con las personas mayores y está basada en los pilares de la OMS del envejecimiento activo, con el respaldo de la Asociación Internacional Aging to the Future. Diseñada para entidades públicas y privadas capaces de afrontar los retos que nos plantea el siglo XXI y el poder de la economía plateada, permite dar valor a las empresas por su ética y buen hacer con las personas de más edad.
¿Qué significa ser amigable con la edad? Desde el punto de vista de las entidades, personas, proyectos o productos y servicios, hay enormes oportunidades ya que se trata de:
- Ofrecer a los sénior la posibilidad de disfrutar de un entorno sin barreras (arquitectónicas, obstáculos, impedimentos de cualquier índole), lleno de comodidades, facilidades de todo tipo, que les permita tener una larga vida feliz.
- Promover el placer y disfrute intensivo de la vida. Si se trata de un ámbito urbano, de disfrutar la ciudad (y el ejercicio de la ciudadanía), dotando a ésta de inteligencia y tecnología accesible, usable, cómoda y confortable, que facilite la vida, optimice los recursos, abarate los costes y genere experiencias urbanas positivas. Se dice que una ciudad es sénior friendly cuando es más humana e impacta de forma positiva en sus ciudadanos mayores.
- Lograr que todo sea accesible en lo público y en lo privado, trabajando para que los establecimientos y las unidades productivas de la empresa privada puedan generar accesibilidad total y comodidad a los adultos mayores, así como adaptar su oferta a las necesidades del público sénior.
- Dotar a la ciudad de una vida donde la socialización sea más apetecible que el individualismo, logrando erradicar el edadismo y promoviendo la inclusión social por parte del resto de la sociedad en los diferentes ámbitos y servicios públicos y privados. Se trata de conseguir una “longevidad social”. Todos somos un día más mayores al final del día; la socialización tiene que ser respetuosa con la edad y propiciar contextos de disfrute intergeneracional. Se deben evitar los guetos; es obligado trabajar desde la perspectiva integradora, generacionalmente hablando, de todas las actividades sociales y culturales.
En general, se trata de conseguir el bienestar integral de las personas mayores en todos los ámbitos:
- Ámbito alimentario: se debe potenciar y estimular una dieta rica en frutas, verduras y legumbres. La carne, el pescado y los lácteos pueden ser consumidos, pero en menores cantidades. Además, se debe estimular la moderación en el consumo de bebidas alcohólicas (sabemos que la ingesta muy moderada de vino, no sólo no perjudica, sino que quizá coadyuva la longevidad). Y no sólo son importantes los alimentos, también las formas de alimentarse. “Hara hachi bu” es un precepto de Confucio que significa que no debemos comer hasta que estemos llenos, sino solo hasta el 80% de nuestra capacidad.
- Ámbito de la salud: se debe primar la interoperabilidad. Todas las administraciones médico-sanitarias deben cooperar para la mejor prevención y atención a los mayores. A todos, pero con énfasis en los frágiles y vulnerables. Sénior Friendly es trabajar en áreas como la cronicidad, la dependencia y la asistencia sanitaria para que siempre haya un número adecuado de médicos (atención primaria y especialistas), presencia de programas de asistencia sanitaria preventiva, etc. También se debe trabajar en proyectos que fomenten la actividad física y el desempeño de las tareas cotidianas que disminuyan el sedentarismo. En suma, la autonomía e independencia de los mayores.
La soledad es otra epidemia del siglo XXI. Sénior Friendly es potenciar la comunicación de y con los mayores, en todos los órdenes de la vida; la comunicación interpersonal, la comunicación vía los media, las tecnologías y las redes sociales y cualquier medio e instrumento de lucha contra la soledad.
Así mismo, es importante la reducción del estrés, un factor estrechamente unido a casi todas las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Reducir el estrés significa interrumpir el ritmo normal de nuestra rutina para dar paso a otras actividades que forman parte de los hábitos sociales normales. Por ejemplo, echarse la siesta en las sociedades mediterráneas, rezar en el caso de los adventistas, celebrar la ceremonia del té de las mujeres en Okinawa, etc.
- Ámbito psicológico: sénior friendly es poner en el epicentro lo positivo de la longevidad (sabiduría, calma, la edad provecta en la que se ve la vida con otra perspectiva) y tomar la preparación para la muerte de una manera natural.
- Ámbito social: es clave. Sénior friendly es trabajar, como señalaba antes, en la diversidad, la integridad y en la dignidad de las personas mayores. Todo, desde una perspectiva intergeneracional. Sénior Friendly será diseñar canales interactivos que promuevan los buenos hábitos de vida, la interacción social y la comunicación entre generaciones.
- Ámbito urbano: ya adelantaba antes la importancia del diseño de una ciudad/localidad accesible para todas las edades. Es conveniente hacer benchmarketing con otras ciudades y organismos para aprender prácticas positivas en relación con el envejecimiento.
Hay que evolucionar desde la idea de vivienda a la idea de hogar, que implica que la vivienda sea accesible y asequible, que se destinen ayudas a los arreglos de viviendas para que éstas sean flexibles, que se construyan casas inteligentes para uso privado, coliving o cohousing, que se implemente la domótica, que se modernicen las residencias, etc.
Dentro de este ámbito, la movilidad y el transporte tienen enormes oportunidades y retos. Sénior Friendly es tener transportes cómodos para personas mayores, a precios asequibles, etc.
- Ámbito de los cuidados: sénior friendly será tener redes de servicios de apoyo a la prestación de cuidados en el hogar y en la comunidad, y la disponibilidad de atención domiciliaria, comidas a domicilio y guarderías para adultos.
- Ámbito de la seguridad: sénior friendly es desarrollar planes de emergencia que tengan en cuenta las necesidades de los residentes mayores. El desarrollo de las age tech es clave.
- Ámbito servicios: tanto en el sector público como en el privado, hay que potenciar el sénior friendly en el comercio, el turismo y en cualquier servicio. La Administración debe estar adaptada: personas, sistemas, tecnologías, procesos y procedimientos. Debe haber personas especialistas en atención al mayor, por lo que es necesario un plan de empleo pro-sénior en las administraciones, así como formación profesional. El asesoramiento en materias como sociedad digital, aspectos legales, patrimoniales o financieros es fundamental.
- Ámbito tecnológico: el desarrollo de las age tech traerá numerosos avances en teleasistencia, por ejemplo, en favor de la socialización y contra la soledad o en el ámbito cultural y de contenidos.
- Ámbito económico: el futuro consiste en vincular políticas silver con políticas de apoyo al comercio.
- Ámbito cultural: es fundamental promover la cultura, la formación y el enriquecimiento de la vida intelectual de las personas mayores. Se debe trabajar en programas que promuevan actividades sociales y el contacto intergeneracional, como lugares de culto, bibliotecas, museos, colegios y universidades.
- Ámbito ocio: sénior friendly será tener planes centrados en actividades deportivas, interacción online, encuentros (cuando pase la pandemia)… En este ámbito, los proyectos centrados en habilitar de forma adecuada las zonas al aire libre, los espacios verdes, las aceras, las sendas, las vías verdes, etc., tienen grandes oportunidades.
- Ámbito del empleo: no olvidemos que hay sénior que, con sus facultades en estado idóneo, quieren trabajar. Por tanto, Senior Friendly será fomentar el talento senior, bien en los empleos que las personas tienen y no quieren abandonar, bien generar empleos que les hagan sentirse útiles (y ganar dinero, claro es), vinculados tal vez con voluntariado, etc. En definitiva, potenciar el talento sénior.