¿Se puede medir el ritmo de envejecimiento de la vida?
Epidemiólogos de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) han desarrollado una herramienta que, mediante la medición de metilación del ADN en la sangre, es capaz de ser sensible a la variación del ritmo de envejecimiento biológico entre las personas nacidas el mismo año.
La herramienta, conocida como 'DunedinPoAm', ofrece una medida única para ensayos de intervención y estudios de experimentos naturales que investigan cómo el ritmo de envejecimiento puede ser cambiado por la terapia de comportamiento o de fármacos, o por cambios en el medio ambiente. Los hallazgos del estudio se publican en la revista 'eLife'. "El objetivo de nuestro estudio era destilar una medida del índice de envejecimiento biológico basada en un seguimiento de 12 años de 18 pruebas clínicas diferentes en un análisis de sangre que se puede administrar en un solo punto temporal", explica el líder del trabajo, Daniel Belsky.
Los adultos de mediana edad que envejecerán más rápido según la nueva medición mostraron declinaciones más rápidas en el funcionamiento físico y cognitivo y se veían más viejos en las fotografías faciales. Los adultos mayores que según la medición envejecían más rápido tenían un mayor riesgo de enfermedades crónicas y mortalidad.
En otros análisis, los investigadores mostraron que 'DunedinPoAm' captó nueva información no medida por las medidas propuestas de envejecimiento biológico conocidas como relojes epigenéticos, que los jóvenes de 18 años con antecedentes de pobreza y abuso infantil mostraban un envejecimiento más rápido según 'DunedinPoAm', y que las predicciones se vieron alteradas por una intervención de restricción calórica en un ensayo aleatorio.
En su estudio, los investigadores se propusieron desarrollar un análisis de sangre que se pudiera realizar al principio y al final de un ensayo controlado aleatorio para determinar si el tratamiento había ralentizado el ritmo de envejecimiento de los participantes. El análisis de los autores se centró en las muestras de ADN derivadas de los glóbulos blancos.
Analizaron las marcas químicas en el ADN llamadas marcas de metilación. La metilación del ADN es un proceso epigenético que puede cambiar la forma en que se expresan los genes. Las marcas de metilación del ADN cambian a medida que envejecemos, añadiéndose algunas marcas y perdiéndose otras. "Centramos nuestro análisis en la metilación del ADN en los glóbulos blancos porque estos marcadores moleculares son relativamente fáciles de medir y han demostrado ser muy prometedores en investigaciones anteriores sobre el envejecimiento", argumenta Belsky.