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Salud Financiera - CENIE presenta la investigación: “Salud Financiera: nuestras decisiones y el futuro”
CENIE (Centro Internacional sobre el Envejecimiento), entidad promovida por la Fundación General de la Universidad de Salamanca, ha presentado los principales resultados del informe de la investigación ‘Salud Financiera: Nuestras Decisiones y el Futuro’, iniciativa que forma parte del Programa para una Sociedad Longeva, en el marco del Programa de Cooperación INTERREG V-A, España-Portugal, POCTEP, 2014-2020, del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
La investigación ha estado a cargo de Novaster, que ha aportado su experiencia en pensiones, salud y educación financiera, y economía del comportamiento y de la longevidad. La presentación de las conclusiones del Estudio ha tenido lugar en la sede del Colegio de Economistas de Madrid (CEMAD) y ha contado con la apertura institucional de Amelia Pérez Zabaleta, decana-presidenta del CEMAD, quien ha señalado que "dotar a nuestra economía de la máxima previsibilidad, lograr un desarrollo sólido y sostenible, pasa por garantizar una óptima salud financiera de nuestros ciudadanos, que les aporte una mejor calidad de vida y mayor bienestar”.
El director de la Fundación General de la Universidad de Salamanca, Óscar González Benito, ha acompañado a la decana-presidenta del CEMAD en el acto de apertura del evento en representación de CENIE, y ha asegurado que "mantener una buena salud financiera no solo implica tener estabilidad económica y suficientes recursos para cubrir nuestras necesidades básicas, sino también tomar decisiones financieras prudentes a largo plazo. Un enfoque responsable en nuestras finanzas puede permitirnos ahorrar e invertir para el futuro, asegurando así nuestra seguridad económica a medida que envejecemos, lo cual puede brindarnos acceso a determinadas atenciones y opciones de estilo de vida saludables, que a su vez van a influir positivamente en nuestra longevidad".
Presentación de las conclusiones
Diego Valero, investigador de CENIE y director del informe, y Jaime García, investigador de CENIE y coordinador del informe, han sido los responsables de presentar las principales conclusiones del estudio y del curso online ‘Salud Financiera: introducción’. Valero ha explicado que “junto a la salud física y la salud mental, debemos preservar la salud financiera, que consiste en la capacidad de entender y manejar nuestras finanzas básicas, y ser capaces de tomar decisiones razonadas sobre cuestiones que afectan a nuestro patrimonio y nuestra economía personal”.
Por su parte, Jaime García ha afirmado que “para mejorar nuestra salud financiera a futuro se requiere de una mayor concienciación en cuanto al establecimiento de metas a futuro, tanto a corto como a largo plazo, así como a la preparación ante emergencias sin impacto financiero. Además de seguir trabajando en la mejora y potenciación de la administración diaria, la flexibilidad financiera y la utilización de la deuda inteligente. Para todo ello, considera necesario proporcionar a la población medios útiles y herramientas manejables que permitan mejorar la educación financiera”. Este primer panel ha concluido con la presentación del curso online Introducción a la salud financiera, que pretende ser una aproximación didáctica de cómo percibimos nuestra propia salud financiera y 3 cómo podemos mejorarla.
Diálogo abierto: ¿Cómo fomentar la salud financiera de los españoles?
La mesa de diálogo ¿Cómo fomentar la salud financiera de los españoles?, moderada por Pablo Muñoz, coordinador del Área Economía de la Longevidad de CENIE, ha contado con Fernando Tejada, director del Departamento de Conducta de Entidades del Banco de España; Francisca Gómez-Jover, subdirectora general de Organización, Estudios y previsión Social Complementaria, del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, María Eugenia Cadenas, coordinadora de Educación Financiera de la CNMV, y Juan Calos Delrieu, director de Sostenibilidad de la Asociación Española de Banca.
Durante su intervención, Fernando Tejada, director del Departamento de Conducta de Entidades del Banco de España, ha resaltado “el interés de los supervisores, en España y en todos los países, por la educación financiera, poniendo de manifiesto cómo esta complementa la acción regulatoria y supervisora en materia de conducta de las entidades financieras al permitir el empoderamiento de los ciudadanos y empresas, y la consecuente adopción por parte de estos de decisiones financieras responsables, algo que contribuye definitivamente a la salud financiera de los individuos y de la sociedad”.
Al respecto, Francisca Gómez-Jover, subdirectora general de Organización, Estudios y previsión Social Complementaria, ha puesto en valor los ejes estratégicos de la entidad, los que se vinculan al tema de la salud financiara. Esto ejes son: la supervención de la adaptación de las entidades y sus modelos de negocio al entorno económico actual, las finanzas sostenibles (ESG y cambio climático), la transformación digital en el sector asegurador y de fondos de pensiones, y la introducción y utilización de la inteligencia artificial en los diferentes procesos y para la toma de decisiones, y, por último, la 4 influencia de los ejes anteriores en la aportación de valor en los productos ofertados a los clientes del sector asegurador y fondos de pensiones.
En este sentido, María Eugenia Cadenas, coordinadora de Educación Financiera de la CNMV, ha destacado “la estrecha vinculación entre salud financiera y educación financiera y la importancia que esta tiene junto con la regulación y la supervisión”. A este respecto, se ha centrado en el compromiso asumido por el Banco de España, la CNMV y el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital de impulsar el Plan de Educación Financiera cuya principal finalidad es mejorar la cultura financiera de la población española.
Por su parte, Juan Calos Delrieu, director de Sostenibilidad de la Asociación Española de Banca, ha explicado que “para la banca española es primordial garantizar el acceso e inclusión a los servicios bancarios, así como fomentar acciones que promuevan el conocimiento financiero de los ciudadanos para lograr un mayor bienestar social e individual”, ha agregado que “para favorecer que el conocimiento se traduzca en buenas decisiones financieras, es necesario complementar la educación con otras acciones ligadas al conocimiento no cognitivo y el comportamiento para evitar decisiones precipitadas (responsabilidad, disciplina, motivación, etc.) tal y como se plantea en ‘Tus Finanzas, Tu Futuro’”.
Para concluir el debate de la mesa redonda, Pablo Muñoz, coordinador del Área Economía de la Longevidad de CENIE, ha desatacado que “los jóvenes necesitan conocimientos financieros principalmente para gestionar su endeudamiento, mientras que los mayores lo necesitan para gestionar su patrimonio neto. En todo caso, es preciso dotar a los hogares de conocimientos e instrumentos que les faciliten disponer de la información relevante para tomar cada decisión financiera”.
Y ha añadido: “También es preciso contar con las entidades financieras para que contribuyan de forma clara a la mejora de la información precisa en un formato que la haga comprensible para cada perfil de usuario. Al igual que podría haber recursos electrónicos de fácil acceso por parte de las agencias y entidades de regulación de mercados financieros, para hacer más transparente y confiable la información que precisan los ciudadanos para tomar sus decisiones de inversión o endeudamiento”.
Conversación: Salud financiera en el presente para un futuro mejor
En una interesante conversación de cierre, que tuvo como eje la salud financiera presente y futura, han compartido escenario José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de España, y el destacado economista Shlomo Benartzi, uno de los mayores expertos mundiales en economía conductual.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de España, José Luis Escrivá, ha destacado que la reforma de las pensiones acometida en España en los últimos años “cumple con el mandato del parlamento, tal y como se expresó en las recomendaciones del Pacto de Toledo en el año 2020, ha sido pactada con los agentes sociales y está diseñada para garantizar tanto la revalorización de las pensiones de acuerdo con el crecimiento de los precios como la sostenibilidad del sistema, teniendo en cuenta que las próximas décadas -los 30 y los 40- son las de más tensión para el sistema por motivos demográficos”.
En materia de ahorro a largo plazo, el ministro ha destacado el desarrollo de las recientes normas de planes de pensiones de empleo: “Hemos aprobado una ley que mediante la negociación colectiva permite a trabajadores y empresarios poner en marcha estos planes, con incentivos fiscales para los que quieran, voluntariamente, ahorrar pensando en complementar su jubilación”.
En este sentido, el economista Shlomo Benartzi ha subrayado que "un adecuado asesoramiento, tanto personal como automatizado, puede ayudar a las personas, especialmente con menores ingresos, a gestionar adecuadamente su deuda, sus seguros y su ahorro para la jubilación”. Experimentos realizados por el profesor Benartzi en Estados Unidos muestran que el aumento en los ingresos puede ser del 7,5%.
A su juicio, los principales “incentivos para un ahorro sano para la jubilación deben estar en la línea de la aplicación de principios de economía conductual, detectando los sesgos que sufrimos como personas y haciendo fácil el ahorro”, tal como el Premio Nobel Richard Thaler y el propio Benartzi hicieron que su exitoso programa Save more tomorrow sea referencia de todos los sistemas de pensiones más exitosos en el mundo en la actualidad.
Al respecto, Ricardo Rivero Ortega, rector de la Universidad de Salamanca, junto a la decana-presidenta del Colegio de Economistas de Madrid han sido los responsables de la clausura institucional del evento. El Rector ha expresado la necesidad de ser conscientes de los sesgos. En esta línea, ha sostenido que “el sesgo de presentismo tiene que ser corregido, pero son las sociedades las que tienen que saber hacerlo”. Asimismo, ha explicado que “el error del experto es otro sesgo, porque nadie comete errores más perjudiciales que quien cree que lo sabe” y ha expresado la importancia de “recordar los errores del pasado”.
Salud Financiera: Nuestras Decisiones y el Futuro
El bienestar de las personas está relacionado directamente con la salud física, mental y financiera. Es por ello, que el Estudio liderado por CENIE, y encargado a Novaster, ha puesto su atención en la construcción de la capacidad financiera que da lugar a una buena salud financiera y cuyos principales factores son: la inclusión y educación en esta materia. Ambas, según se detalla en el informe de la investigación, “nos permiten desarrollar la capacidad financiera necesaria para nuestra vida diaria”.
La investigación ha tenido dos líneas centrales: identificar el proceso de construcción de la capacidad financiera de las personas, prestando especial atención a las decisiones económicas más relevantes que ayudarán a alcanzar una buena salud financiera en el periodo de retiro laboral, y determinar los comportamientos que, usando pautas de la economía conductual, pueden mejorarse para lograr una mayor capacidad financiera futura.
Para identificar el grado de salud financiera se ha utilizado un esquema de seis elementos, denominados Objetivos de Salud Financiera (OSF). Estos objetivos son los siguientes: administración diaria, emergencias sin impacto financiero, metas a corto y medio plazo, flexibilidad financiera, metas a futuro y deuda inteligente.
En este primer informe se ha expuesto el punto de partida del estudio, correspondiente a la parte de recopilación de información y datos empíricos que permitan conocer cómo se construye la capacidad financiera de las personas y exponer las decisiones más relevantes a lo largo de la vida que ayudarán a alcanzar una capacidad financiera suficiente en el periodo de retiro laboral. Además, se recopiló y puso en valor información de estudios previos en la materia realizados por CENIE.
La muestra de la presente investigación, lanzada en febrero del año pasado a través del test de personalidad financiera, estuvo compuesta por un total de 1.832 participantes en la primera fase de la encuesta, segmentada según cuatro rangos de edad: de 17 a 25 años (103), de 26 a 35 años (291), de 36 a 64 años (1.191) y de 65 años en adelante (247). En la segunda etapa participaron un total de 523 personas, según el siguiente detalle: de 17 a 25 años (42), de 26 a 35 años (80), de 36 a 64 años (294) y de 65 años en adelante (107).
Conclusiones y los seis OSF
Dentro de las principales conclusiones del informe destacan, entre otras, que hay tres objetivos de la salud financiera (OSF) que requieren de un mayor esfuerzo de concienciación en la población, y estos se relacionan a: emergencias sin impacto financiero, metas a corto y medio plazo, y las metas a futuro (más largo plazo). Aspectos, que según el estudio son las que menos relevancia se le concede con respecto a la salud auto-percibida.
Otro de los hechos destacables es que los mayores de 65 años, desde el punto de vista económico, consideran más importante a la hora de alcanzar una solvencia financiera adecuada cotizar en el sistema público de pensiones, la vivienda habitual y los instrumentos financieros específicos, como los planes de pensiones. “A medida que va avanzando el grupo de edad, mayor proporción de gente considera como importante cotizar al sistema público de pensiones y, por el contrario, concede una menor importancia al ahorro”, se explicó en el informe.
Al mismo tiempo, se apreció una clara aversión al riesgo en toda la población estudiada y para todos los grupos de edad, si bien, el grupo de edad “más amante” del riesgo se corresponde al de 26 a 35 años.
Por cada uno de los OSF se destacaron las siguientes conclusiones:
1. La administración diaria en el equilibrio de gastos e ingresos es percibida de forma relevante por toda la población a la hora de alcanzar una buena salud financiera.
2. Los grupos estudiados no consideran que los criterios englobados dentro de las emergencias sin impacto financiero sean indicadores de lo que representa una buena salud financiera.
3. De la muestra analizada se puede inferir que las personas no consideran los componentes vinculados a las metas de corto y medio plazo como importantes para su salud financiera.
4. Los aspectos sondeados en la muestra analizada, en cuenta a la flexibilidad financiera, obtienen valores de relevancia más elevados que los dos anteriores y reflejan una mayor relevancia con la edad.
5. La evaluación de las metas a futuro alcanza valores que, aunque crecen con los años, son bajos para todos los grupos de edad. La percepción de este objetivo, en relación a la salud financiera auto percibida, decrece con la edad.
6. La relevancia de la deuda inteligente alcanza valores elevados en todos los grupos de edad, especialmente en el de 36 a 64 años, y su influencia en la salud financiera auto percibida es dispar, resultando significativo en el mismo segmento de 36 a 64 años, que es en el que resulta más relevante.
Según el informe, los resultados obtenidos manifiestan la necesidad de “mejorar los niveles de conocimiento financiero de la población, pues algunos de estos resultados cuantitativos son difícilmente compatibles con una buena salud financiera”.
Decálogo
Como parte de este estudio, se han elaborado una serie de conclusiones dirigidas a promover aquellos cambios de comportamiento que favorezcan el objetivo de mejorar la capacidad financiera de las personas en su jubilación. Estas reflexiones han sido recogidas en un documento a modo de decálogo.
Las 10 conclusiones a las que llegan los expertos son las siguientes:
1. Las elecciones sobre nuestras finanzas determinan y condicionan nuestra calidad de vida financiera a futuro. Conocer qué comportamientos pueden mejorarse para lograr una mayor capacidad financiera resulta de vital importancia para adaptarse a vidas más longevas.
2. La administración diaria es percibida por toda la población como un factor relevante a la hora de alcanzar una buena salud financiera y el grado de magnitud que alcanza para toda la población es notable y mejora con la edad, siendo especialmente relevante en el caso de los mayores de 65 años.
3. Tanto la flexibilidad financiera como la utilización de la deuda de forma inteligente presentan valores elevados en la población, incrementándose con la edad. Ambos factores son comprendidos como factores claramente vinculados a una buena salud financiera.
4. Lograr un mayor esfuerzo de concienciación en la preparación ante emergencias y en el establecimiento de metas tanto a corto como a largo plazo es un factor importante a la hora de mejorar nuestra salud financiera a futuro.
5. El 50% de los jóvenes ven factible alcanzar sus metas financieras en un plazo de 10 años. Porcentaje que disminuye conforme aumenta la edad.
6. La cuantía mínima con la que las personas de entre 17 y 26 se sentirían financieramente estables es de 250.000 euros. Siendo de 200.000 euros para el segmento de 26 a 35 años y de 400.000 euros para el de 36 a 64 años.
7. Para los mayores de 65 años el orden de importancia para alcanzar una solvencia financiera es: cotización al sistema público de pensiones, la vivienda habitual y los instrumentos financieros.
8. A medida que avanza la edad gana en importancia la cotización al sistema público de pensiones y se concede una menor importancia al ahorro.
9. El segmento poblacional que más está dispuesto a soportar el riesgo es el comprendido entre los 26 y 35 años.
10. Resulta necesario proporcionar a la población medios útiles y manejables que permitan mejorar la educación financiera, así como herramientas concretas capaces de facilitar la comprensión de las magnitudes financiera.