Préstamo del alemán Histologie, término acuñado en 1819 por el anatomista alemán Carl Mayer (1787-1865). El concepto ya se conocía con anterioridad: en 1751 se documenta en francés tissu cellulaire con un significado similar al actual, y en 1801 el biólogo francés Marie François Xavier Bichat (1771-1802) realizó la primera clasificación de los tejidos con aplicación a la fisiología y la medicina. La acuñación del término parte del griego histós (ἱστός) 'telar', 'tejido'.
Con este nombre se designa todo lo que tiene que ver con el análisis e investigación relativa a los tejidos orgánicos. Estos, por su parte, son conjuntos de células que poseen características biológicas propias y similares, que se reúnen con el fin de cumplir una misma función. De acuerdo con esas características y esa función existen distintos tipos de tejidos (adiposo, cartilaginoso, conjuntivo, epitelial, glandular, muscular, óseo, etc.). En medicina, el campo de estudio de la histología suele restringirse a los tejidos humanos, por lo que en ella se emplearía como sinónimo de Histología humana.
Histología celular
«Me parecía que en nuestra casa había muy pocos libros de poesía, y en el fondo también pocas novelas. Las estanterías estaban llenas, pero había gran abundancia de libros de mi padre, o sea libros de histología, biología y medicina. Estaba como en el exilio, en aquella casa tan falta de poesía y novelas [...]» (Ginzburg, 2009: 194-195).
«[...] Requería, por ejemplo, una riqueza de léxico y una vida en acecho de todas las entretelas de las cosas, cualidad que poseía el gran avizorador. Se requieren cualidades esenciales para asomarse a todos los sutiles recovecos y dobleces de una época del mundo, de la personalidad humana, de la fauna y de la flora, para llegar a ser ese microscopio de la Histología literaria, ese monstruo culto, imaginativo y gran urdidor de analogías [...]» (Obregón, 1971: 87).
Parte de la biología que estudia las estructuras microscópicas del ser vivo.