La lotería genética que te hará vivir 100 años con salud
Un estudio realizado entre personas mayores de 100 años ha revelado que los centenarios comparten mecanismos de reparación del ADN que les hacen retrasar o reducir la incidencia de enfermedades relacionadas con la edad.
Sabemos de sobra que la edad mata. "El envejecimiento es un factor de riesgo común para varias enfermedades y afecciones crónicas", explica Paolo Garagnani, profesor de la Universidad de Bolonia y uno de los líderes del estudio. Muchos científicos han vinculado el envejecimiento con enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión, distintos tipos de cáncer o demencias.
Aunque llevar una vida saludable nos puede hacer alcanzar la vejez con plenas facultades, los investigadores afirman que llegar a los 100 años sano depende de la lotería genética y de la capacidad del cuerpo para reparar de manera eficiente el ADN.
"Elegimos estudiar la genética de un grupo de personas que han vivido más allá de los 105 años y compararla con un grupo de adultos más jóvenes de la misma zona de Italia, ya que las personas de este grupo de edad más joven tienden a evitar muchas enfermedades relacionadas con la edad y, por tanto, representan el mejor ejemplo de envejecimiento saludable", comenta Garagnani
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Investigaciones anteriores ya habían demostrado que la reparación genética es clave para prolongar la vida de otras especies. Este nuevo estudio prueba que también sucede en humanos. Cristina Giuliani, profesora de la Universidad de Bolonia, y otra de las responsables del estudio, afirma que los datos sugieren que esta anomalía en las personas que alcanzan edades tan avanzadas está vinculada genéticamente a su capacidad peculiar de gestionar con eficiencia el daño celular.
El décimo ganador de la lotería genética
Para el estudio se tomaron muestras de sangre y se secuenció el genoma de 81 italianos mayores de 105 años (semisupercentenarios) y de 110 (supercentenarios). Luego compararon estos datos con los extraídos de 36 personas de la misma región que tenían de media 68 años y se encontraban con buena salud. Los resultados obtenidos de esta comparación genética se cotejaron con los datos genéticos de otro estudio publicado anteriormente en el que se analizaron 333 personas italianas de más de 100 años y 358 de unos 60.
Se identificaron cinco cambios en los genes COA1 y STK17A que afectan más frecuentemente a los grupos de personas mayores de 105 y 110 años. Los cambios genéticos más habituales tienen que ver con la actividad del STK17A en algunos tejidos.
El STK17A interviene en la coordinación de la respuesta celular ante el ADN dañado, induce a la muerte programada de las células perjudicadas y limita la cantidad de moléculas reactivas al oxígeno que pueden provocar graves daños en la célula. Todos estos procesos son los responsables del desarrollo de muchas enfermedades como el cáncer.
Otros cambios genéticos encontrados en el estudio tienen que ver con la actividad del COA1. Este gen propicia la comunicación entre el núcleo y la mitocondria que son las responsables de producir energía en la célula. Cuando este mecanismo no funciona bien, la célula envejece.
Los investigadores descubrieron que las personas mayores de 105 y 110 años tienen un menor número de mutaciones en los genes estudiados. Esta falta de alteración genética hace que estén menos expuestos a enfermedades relativas a la edad.
Según Claudio Franceschi, otro de los autores del estudio y profesor emérito de Inmunología de la Universidad de Bolonia: "Nuestros resultados sugieren que los mecanismos de reparación del ADN y una baja carga de mutaciones en genes específicos son dos mecanismos centrales que han protegido a las personas que han alcanzado una longevidad extrema de las enfermedades relacionadas con la edad".
Fuente: El Confidencial