Mayores y mascotas, un tándem con muchos beneficios
Los beneficios de tener una mascota en casa de sobra son conocidos. Refuerza el vínculo entre los miembros, anima a realizar ejercicio físico, calma el estrés, reduce la frecuencia cardiaca y, sin duda, son los mejores amigos de los niños. No nos podemos olvidar, tampoco, de que nuestros animales domésticos pueden ser la mejor terapia para las personas mayores y una buena manera de combatir el sedentarismo y practicar una actividad física. Así lo corrobora un estudio realizado en la Universidad Caledonia de Glasgow y el Centro de Nutrición para Mascotas de WALTHAM, Reino Unido. La investigación observó que ser dueño de un perro puede ayudar a los adultos mayores a cumplir con los niveles de actividad física recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Otra investigación, publicada en la revista médica BMC Psychiatry, también subraya cómo una mascota puede ayudar a los pacientes a manejar un problema de salud mental. Según los autores, la presencia y cercanía de los animales de compañía constituyen una fuente inmediata de calma para sus dueños. Por tanto, los investigadores recomendaban que "estos animales se consideren como apoyo en el tratamiento de patologías psiquiátricas", por ejemplo, una depresión, enfermedad que puede afectar a los mayores que viven solos o sin apoyo social.
En el Día Internacional de las Personas de Edad, que se celebra el 1 de octubre, y de la mano de Kiwoko, enumeramos algunas de las ventajas para la gente mayor que tiene la suerte de contar con la compañía de un peludo.
Fármaco antidepresivo: convivir con una mascota reduce la sensación de tristeza y aporta mayor seguridad emocional. Además, muchas personas mayores que comparten su vida con un animal de compañía vuelven a sentirse útiles al cuidar de su mascota. Y es que parte de la población de la tercera edad se siente apartada y poco necesaria. Una mascota requiere atención y cuidados, y al hacerlo, los ancianos también cuidan de sí mismos.
Salud de hierro: nuestras mascotas nos hacen sonreír más y esto contribuye a reducir la presión arterial y que liberemos más endorfinas, reduciendo nuestros niveles de estrés y aumentando nuestro estado de felicidad. Vivir con una mascota también obliga a mantenerse más activo, mejorando la salud del corazón y el estado de las articulaciones.
Adiós soledad: no solo combate la sensación de tristeza, también la de soledad, porque ellos siempre nos estarán esperando en casa. Por otro lado, aquellos mayores que adoptan una mascota, también le ofrecen la oportunidad de tener una nueva vida, lejos del abandono de las calles.
Más amigos: las mascotas son agentes socializadores por excelencia, la excusa perfecta para hablar con un desconocido en la calle que pasea con la suya y nos gusta el collar que lleva o preguntarle a nuestro vecino a qué veterinario la lleva. Estos son solo algunos ejemplos de cómo podemos expandir nuestro círculo con el solo hecho de tener un animal. Su presencia nos ayuda a tener conversaciones que hasta ahora no habíamos tenido y nos ayuda a ser más extrovertidos y a interactuar con otras personas. El animal estará feliz, además, de tener un nuevo amigo humano al que hacerle sus gracias y lo ayudará a salir así de la monotonía que puede causarle estar todo el día en casa.
Fuente: Hola