Jurado de la VI edición del Concurso de Fotografía del CENIE
Hay fotógrafas que no solo capturan imágenes: custodian la memoria.
Sandra Balsells pertenece a esa tradición del fotoperiodismo que entiende la cámara como un acto de responsabilidad. Desde los años noventa, su mirada ha sido testigo de algunos de los episodios más intensos y dolorosos de nuestra historia reciente. Y, sin embargo, su obra no habla solo de guerra o destrucción: habla, sobre todo, de humanidad.
Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, Balsells dio sus primeros pasos profesionales en Londres, donde cursó un posgrado en Fotoperiodismo en el London College of Printing. Allí comenzó su trayectoria como fotógrafa freelance, que pronto la llevaría a los Balcanes, epicentro de la desintegración de la antigua Yugoslavia. Desde 1991 hasta finales del año 2000, cubrió los principales conflictos en Croacia, Bosnia-Herzegovina, Serbia y Kosovo para medios internacionales como The Times y publicaciones españolas de referencia.
Su trabajo durante aquella década la situó entre las grandes narradoras visuales del fin del siglo XX. Con sensibilidad, rigor y una extraordinaria capacidad para estar en el lugar donde la historia se rompe —y recomienza—, sus fotografías componen un testimonio insustituible sobre la guerra y la posguerra balcánica. En 2006, su cobertura fue reconocida con el Premio Ortega y Gasset a la Mejor Labor Informativa, uno de los galardones más prestigiosos del periodismo en español.
Contar el dolor, sostener la dignidad
El compromiso de Sandra Balsells no se limita a la guerra: también ha documentado la vida en territorios como Palestina, Israel, México, Cuba, Haití, Mozambique o Rumanía. Allí donde la violencia o la desigualdad han querido borrar rostros, ella ha encontrado personas; donde otros ven tragedia, ella encuentra relato.
Autora del libro Balkan in memoriam (Blume, 2002), una travesía visual por la década más convulsa de la antigua Yugoslavia, y coautora de obras colectivas como Montreal Métropole vue par 30 grands reporters (Aux Yeux du Monde, 2000), Balsells ha convertido la fotografía en una herramienta de reflexión social. En televisión, ha sido coautora de los documentales Dying for the Truth (Channel 4, 1994) y Retratos del alma (TVC, 2004), que trasladan su mirada comprometida al lenguaje audiovisual.
Su obra ha sido expuesta en más de cincuenta muestras individuales y colectivas, y forma parte de importantes colecciones públicas y privadas. En 2007 participó en la exposición colectiva El archivo universal organizada por el MACBA, y ha comisariado proyectos como Latidos de un mundo convulso (Lunwerg–Caja Madrid, 2007) o Desaparecidos (2011), de Gervasio Sánchez, sobre la desaparición forzada, exhibido simultáneamente en el MUSAC, el CCCB y La Casa Encendida.
Una fotógrafa que enseña a mirar
Desde 1995, Sandra Balsells combina su labor como fotoperiodista con la docencia en la Universidad Ramon Llull, donde enseña fotografía y ética visual. Esa doble vocación —la de narrar y la de enseñar a narrar— define su trayectoria. Para ella, mirar es también un acto de aprendizaje: implica respeto, empatía y conciencia.
Su incorporación al jurado de la VI edición del Concurso de Fotografía del CENIE refuerza precisamente esa idea. Porque si este certamen invita a reflexionar sobre la longevidad a través de la mirada, Balsells aporta algo esencial: la convicción de que toda imagen es una forma de memoria, y toda memoria, una forma de futuro.
En sus retratos, los cuerpos y los gestos no son solo testigos del tiempo vivido: son afirmaciones de vida. De ahí su sintonía con el lema de esta edición —La edad no nos define. La mirada sí.—, que encuentra en su obra una resonancia profunda.
Una invitación a participar
El plazo para presentar fotografías finaliza el 30 de noviembre. Participar es sumarse a una conversación que une generaciones, experiencias y visiones del mundo. La presencia de Sandra Balsells en el jurado garantiza una lectura atenta, sensible y rigurosa de las obras, desde la autenticidad que caracteriza su trayectoria.
Porque, como demuestra su trabajo, fotografiar no es solo capturar lo que ocurre, sino acompañar lo que permanece.
El jurado del CENIE, formado por grandes referentes internacionales de la fotografía, invita a todas las personas creadoras —aficionadas o profesionales— a aportar su mirada. En cada fotografía presentada puede haber una historia que nos ayude a entendernos mejor como sociedad longeva y diversa.
Descubre el trabajo de Sandra Balsells aquí.
Para participar en el concurso de fotografía clica en el enlace.