El confort térmico: un factor decisivo en la calidad de vida de las personas mayores
Una investigación para mejorar el envejecimiento según la zona climática de residencia
El número de personas mayores ha aumentado en los últimos años. En 2017, se estima que había 962 millones de personas de 60 años o más en el mundo, que representan el 13% de la población mundial. La población de 60 años o más está creciendo a una tasa de alrededor del 3 por ciento por año. También se prevé que el número de personas de 80 años o más se triplique para 2050, y que para 2100 aumente a casi siete veces su valor en 2017. Esta tendencia explica la creciente demanda de servicios de atención a largo plazo, como los Centros de Atención a Personas Mayores. Además, considerando que las personas mayores pasan una parte considerable de sus vidas en el interior, su confort térmico de este grupo de población es de gran importancia.
Determinar los parámetros influyentes en el confort térmico es necesario tanto para diseñar espacios agradables como para garantizar el bienestar y la salud de los ocupantes de los edificios. Un buen diseño y gestión de los edificios no solo ofrece una sensación térmica confortable a los ocupantes, sino que también determina la cantidad de energía que consumirán los sistemas de refrigeración y calefacción del edificio. En el contexto actual de cambio climático y calentamiento global, la inclusión del concepto de confort térmico en los estándares permite adoptar nuevas estrategias de eficiencia y ahorro energético y cumplir consistentemente con los requisitos del desarrollo sostenible.
Tanto las normas internacionales ISO 7730:2005, ASHRAE Standard 55:2013 como la EN 15251:2007 tienen como objetivo especificar las condiciones ambientales recomendables a una población de mediana edad. Los estudios de campo muestran que las normativas existentes actuales no se pueden aplicar a las personas mayores porque sus respuestas térmicas son diferentes. Este segmento de población tiene características muy específicas tales como niveles de actividad más bajos, falta de vasoconstricción que puede hacer disminuir la sensación térmica, o más tolerancia al calor que puede causar deshidratación en verano, entre otras.
Para mejorar el envejecimiento y la calidad de vida de los ciudadanos en la zona transfronteriza del Espacio de Cooperación de España y Portugal, este proyecto plantea determinar los parámetros influyentes en el confort térmico para la gente mayor teniendo en cuenta que en la zona transfronteriza coexisten dos climas diferentes: clima atlántico y clima continental mediterráneo. El equipo multidisciplinar (España y Portugal) va a permitir evaluar las diferentes zonas climáticas, compararlas y determinar sus características específicas.
Se seleccionarán cinco Centros de Atención a Personas Mayores en la zona de clima atlántico y cinco en la zona de clima continental mediterráneo.
El Grupo de Investigación en la Construcción (GRIC) de la Universitat Politécnica de Catalunya (UPC) liderado por la doctora Núria Forcada junto con la empresa Sanitas
Mayores liderado por Marc Vallet, jefe de edificios y medioambiente van a llevar a cabo el análisis de los centros residenciales de clima continental mediterráneo (España). Sanitas Mayores disponen de 46 centros en todo España y ya tienen monitorizados datos de temperatura, humedad, consumos, etc. Sanitas Mayores ha firmado un convenio con la UPC para desarrollar este proyecto.
Por otro lado, el Instituto de Saúde Pública da Universidade do Oporto (ISPUP) liderado por la Dra. Ana Sofia Mendes va a ser el responsable de analizar los centros residenciales de clima atlántico (Área Metropolitana de Porto).
Se analizarán a lo largo diversas estaciones del año los parámetros ambientales (temperatura del aire, temperatura radiante media, velocidad del aire y humedad del aire) de las zonas comunes de las residencias, condiciones exteriores (temperatura y humedad relativa), actividad física, vestimenta y sensación térmica de los residentes.
Paralelamente se encuestará a los residentes en diferentes estaciones del año para determinar:
- la sensación térmica (ST) dentro de la escala Ashrae (Frío (−3), Fresco (−2), Ligeramente fresco (−1), Neutral (0), Ligeramente caliente (1), Caliente (2), Sofocante (3)).
- la preferencia (P) (Más fresco (−1), Sin cambio (0), Más caluroso (1)).
- el grado de aceptabilidad (A) (Aceptable (1), Inaceptable (0)).
Se seleccionarán residentes con un Deterioro Cognitivo y Grado de Dependencia leve o medio. Para evitar posibles sesgos en el recuerdo y memoria, las preguntas se limitarán en tiempo y serán directas y de fácil comprensión. Se llevarán a cabo durante la realización de las actividades de estimulación cognitiva (talleres). Teniendo en cuenta que la temperatura exterior varia a lo largo del día y para tener una visión global más cercana a la realidad de los centros, se encuestará a grupos diferentes de residentes por la mañana y otro grupo por la tarde.
Con estos datos se analizarán los factores influyentes en el confort térmico para este grupo de población y se desarrollarán modelos analíticos que determinen las características de su bienestar térmico dentro de las diferentes zonas climáticas.
La aplicación de modelos de confort para la gente mayor ofrece la posibilidad de mejorar su calidad de vida y al mismo tiempo ofrece un gran potencial en el ahorro de energía.
Este proyecto va a permitir:
- Estudiar ambientalmente un segmento de población no analizado hasta la fecha.
- Constatar que las personas mayores no encajan dentro de los métodos de confort térmico actualmente existentes.
- Obtener un modelo inexistente actualmente de consignas ambientales.
Los resultados de esta investigación se podrán aplicar a Residencias de ancianos, Centros de Día, Centros Cívicos, viviendas para gente mayor, etc. ubicados en la zona transfronteriza de España-Portugal.
Estos modelos se podrán utilizar para diseñar ambientes nuevos o para evaluar los ya existentes comprobando si un ambiente térmico determinado satisface los criterios de confort y estableciendo los requisitos de los diferentes niveles de aceptabilidad para la gente mayor.
Estos modelos también se podrán utilizar para gestionar las residencias de ancianos existentes determinando temperaturas de consigna en las diferentes zonas mejorando así el bienestar de los residentes y ayudando a determinar las posibles mejoras de eficiencia energética a llevar a cabo en los centros.