Líquido proviene del latín liquĭdus; y cefalorraquídeo es un compouesto de cefalo-, de kephalé (κεφαλή) 'cabeza', y raquídeo, del latín científico rhachideus, de rhákhis (ῥάχις) 'columna vertebral'. Se trata de un neologismo científico del siglo XIX.
El líquido cefalorraquídeo llena las cavidades cerebrales y se encuentra tanto en el cráneo como en la propia médula espinal y actúa como un colchón entre el cráneo y el tejido nervioso . Este líquido es una solución que producen las células que se encuentran revistiendo los llamados plexos coroideos y las que revisten las superficies ventriculares, y está compuesto, entre otros elementos, de agua, sodio, potasio, calcio, cloro y sales. Una persona adulta produce a diario unos 500 mililitros de líquido cefalorraquídeo y se renueva permanentemente. Sus funciones son vitales: sirve para amortiguar golpes a fin de evitar traumas, nutre al sistema nervioso central y también sirve como cauce para los desechos metabólicos que este produzca.
El análisis del líquido cefalorraquídeo, que suele obtenerse por punción lumbar, es muy útil para diagnosticar enfermedades de tipo neurológico, como la enfermedad de Alzheimer, y también para descartar ciertas infecciones del sistema nervioso central, como la tuberculosis o la sífilis.
Líquido cefalorraquídeo
© Nevit Dilmen
«El aumento de líquido cefalorraquídeo de modo crónico, sin que llegue a producir una presión excesiva se llama hidrocefalia normopresiva. Produce una demencia insidiosa, en la que destacan desde el inicio los problemas de la marcha y la incontinencia urinaria» (González Maldonado, 2000: 116).
«Soto y sus colegas fueron capaces de distinguir entre pacientes con enfermedad de Alzheimer y aquellos con otros trastornos neurodegenerativos o neurológicos con un 90 por ciento de sensibilidad y un 92 por ciento de especificidad mediante la aplicación de su prueba en muestras de líquido cefalorraquídeo» (DiarioMédico.com, 20.III.2014).
Líquido incoloro que ocupa el espacio subaracnoideo, los ventrículos cerebrales y el conducto central medular. Se le atribuye una función de protección mecánica, amortiguadora, del sistema nervioso central. Por otro lado, les asegura a las células del sistema nervioso unas condiciones homogéneas, adecuadas, para su actividad y actúa como sistema linfático del sistema nervioso central.