¿Qué puedes encontrar en el Diccionario de Alzhéimer?

El Diccionario de Alzhéimer es el puente que une a todos aquellos afectados y relacionados con el alzhéimer y las demencias con los términos, conceptos y expresiones que forman parte de este ámbito. Comprenderlos es entender mejor a qué nos enfrentamos. Un espacio vivo y en constante crecimiento, que evolucionará con nuevos términos y expresiones con vuestra ayuda, respondiendo a vuestras necesidades y demandas. Se trata de una herramienta que en ningún caso pretende sustituir las conversaciones con médicos especializados. Para familiares y cuidadores informales puede significar un nexo con un mundo del que desconocen los tecnicismos. Arrojar luz, acompañar en un camino difícil en el que el conocimiento ayuda a tomar mejores decisiones y a mejorar la calidad de vida de pacientes y familiares.
Este proyecto lo ha llevado a cabo un equipo de filólogos y lexicógrafos de varias universidades y centros de investigación que ha trabajado anteriormente en diferentes proyectos de investigación centrados en el dominio de la lexicografía especializada, particularmente la lexicografía médica. Dichos proyectos, al igual que este, han sido dirigidos por la profesora Bertha M. Gutiérrez Rodilla, de la Universidad de Salamanca (España), dedicada desde hace más de veinte años al estudio diacrónico y sincrónico del lenguaje científico y al lenguaje médico y reconocida por sus publicaciones en dicho ámbito.

anomia

Inglés
anomia
Etimología

Préstamo del inglés anomia, atestiguado en esta lengua al menos desde 1900, en Dorland's Illustrated Medical Dictionary.

Explicación

Variedad de afasia, de ahí que se denomine también afasia anómica o afasia amnésica (Martín Arias 2012b: s.v. anomia), que consiste en que el enfermo tiene dificultad para encontrar la palabra exacta que nombre a un objeto o a una persona, por lo que, en su lugar, tiende a emplear cicunloquios u oraciones que lo describan y sirvan para su identificación. Puede ser uno de los primeros síntomas de demencia, aunque la mayoría de las personas llegan a sufrir anomia, en mayor o menor grado, con la edad (DTM, 2011: s. v. anomia).

Existen diversos tipos de anomia (Cuetos Vega, 2003: 139): anomia semántica («los pacientes tienen dificultad para activar conceptos»; característica de la enfermedad de Alzheimer), anomia pura o léxica («los pacientes consiguen activar adecuadamente los conceptos, pero fallan a la hora de seleccionar las palabras con las que se designan esos conceptos») y anomia fonológica («trastornos a nivel de fonema», cometen parafasias fonológicas).

Ejemplos

«En general, el trastorno caracterizado por la dificultad para recuperar las palabras al hablar se conoce con el nombre de anomia, un déficit que acompaña no sólo a muchas lesiones cerebrales sino también al proceso normal de envejecimiento y a ciertas enfermedades degenerativas como el Alzheimer. La recuperación de las palabras, que se da de forma rápida y automática en la mayoría de las personas, se convierte en los pacientes anómicos en una operación lenta y trabajosa. Pero, de hecho, esta situación no es muy diferente a la que experimentan la mayoría de las personas cuando la “maquinaria” pierde efectividad, por ejemplo cuando al intentar recordar el nombre de una persona caemos en el molesto estado de “tenerlo en la punta de la lengua”» (Cuetos Vega, 2003: cubierta).

«Una de las primeras fallas que experimenta el paciente es la caída de la producción global del lenguaje que se pone de manifiesto en las pruebas de evocación de vocabulario, también conocidas como pruebas de fluencia verbal (decir nombres de animales, palabras que empiezan por una determinada letra, etc.), en las que el paciente muestra una disminución del número de palabras evocadas por unidad de tiempo con respecto a los sujetos normales. La dificultad en encontrar la palabra adecuada para señalar un objeto o comunicar un concepto, se designa como anomia o dificultad con la evocación nominal. La anomia se manifiesta especialmente en el uso de sustantivos (primero, en los menos usados), más raramente en otras categorías gramaticales como verbos y adjetivos» (Román García et al., 2005: 88-89).

Incapacidad total o parcial para nombrar objetos o personas.